jueves, 28 de enero de 2021

L. VII P. I S. II T. II (cont.) Tribunales de Segunda instancia y de la Sede Apostólica

 


L. VII
P. I
S. II
T. II



Continuación

 

 

 

Tabla de contenido



Capítulo II. Del tribunal de segunda instancia
1. El título
2. ¿Cuáles son?
3. ¿Cómo se constituyen?
4. La incompetencia del juez por razón de grado

Capítulo III. De los tribunales de la Sede Apostólica
Introducción
I. La (Sagrada) Rota Romana
II. El Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica

 



 

Capítulo II. Del tribunal de segunda instancia

 

CAPUT II. DE TRIBUNALI SECUNDAE INSTANTIAE

 

Texto oficial

Traducción castellana

Can. 1438 — Firmo praescripto can. 1444, § 1, n. 1:

1° a tribunali Episcopi suffraganei appellatur ad tribunal Metropolitae, salvo praescripto can. 1439;

2° in causis in prima instantia pertractatis coram Metropolita fit appellatio ad tribunal quod ipse, probante Sede Apostolica, stabiliter designaverit;

3° pro causis coram Superiore provinciali actis tribunal secundae instantiae est penes supremum Moderatorem; pro causis actis coram Abbate locali, penes Abbatem superiorem congregationis monasticae.

1438  Quedando en pie lo prescrito en el c. 1444 § 1, 1:

1 del tribunal de un Obispo sufragáneo se apela al del Metropolitano, salvo lo que indica el c. 1439;

2 cuando la causa se conoce en primera instancia ante el Metropolitano, la apelación se interpone ante el tribunal que él mismo haya designado de modo estable, con aprobación de la Sede Apostólica;

3 para las causas tratadas ante el Superior provincial el tribunal de segunda instancia es el del Superior general; para las causas seguidas ante el Abad local, lo es el tribunal del Abad superior de la congregación monástica.

Can. 1439 — § 1. Si quod tribunal primae instantiae unicum pro pluribus dioecesibus, ad normam can. 1423, constitutum sit, Episcoporum conferentia debet tribunal secundae instantiae, probante Sede Apostolica, constituere, nisi dioeceses sint omnes eiusdem archidioecesis suffraganeae.

§ 2. Episcoporum conferentia potest, probante Sede Apostolica, unum vel plura tribunalia secundae instantiae constituere, etiam praeter casus de quibus in § 1.

§ 3. Quod attinet ad tribunalia secundae instantiae, de quibus in §§ 1-2, Episcoporum conferentia vel Episcopus ab ea designatus omnes habent potestates, quae Episcopo dioecesano competunt circa suum tribunal.

1439 § 1.    Si, de acuerdo con el c. 1423, hay un solo tribunal de primera instancia para varias diócesis, la Conferencia Episcopal, con la aprobación de la Sede Apostólica, debe establecer un tribunal de segunda instancia, a no ser que todas aquellas diócesis sean sufragáneas de la misma archidiócesis.

 § 2.    La Conferencia Episcopal puede constituir uno o más tribunales de segunda instancia, con la aprobación de la Sede Apostólica, aun fuera de los casos previstos en el § 1.

 § 3.    Respecto a los tribunales de segunda instancia de que tratan los §§ 1-2, la Conferencia Episcopal o el Obispo designado por ésta tienen todas las potestades que competen al Obispo diocesano sobre su tribunal.

Can. 1440 — Si competentia ratione gradus, ad normam cann. 1438 et 1439 non servetur, incompetentia iudicis est absoluta.

1440 Si no se observa la competencia por razón del grado, a tenor de los cc. 1438 y 1439, la incompetencia del juez es absoluta.

Can. 1441 — Tribunal secundae instantiae eodem modo quo tribunal primae instantiae constitui debet. Si tamen in primo iudicii gradu, secundum can. 1425, § 4, iudex unicus sententiam tulit, tribunal secundae instantiae collegialiter procedat.

1441 El tribunal de segunda instancia debe constituirse de la misma manera que el de primera instancia. Pero si en el primer grado del juicio dictó sentencia un juez único, según el c. 1425 § 4, el tribunal de segunda instancia debe actuar colegialmente.

 


Cc. 1438-1441

 

 

         1.         El título

 

C. 1438

Durante el proceso de reforma del CIC17 algunas universidades propusieron al coetus que tenía a cargo el Libro IV* que la inscripción del capítulo fuera “Tribunales de segunda y tercera instancia”. La propuesta no fue aceptada por razones de unidad de la jurisprudencia y de mantener a la Rota Romana como el tribunal de tercera instancia, por lo cual se insistió en que se los llamara “de apelación”[1].

 

         2.         ¿Cuáles son?

 

El mismo c. establece:

 

 

A quo

Ad quem

Para el tribunal diocesano sufragáneo

El tribunal del metropolita: c. 1438, 1°

Para el tribunal del metropolita

El tribunal que el metropolita haya determinado con aprobación de la Santa Sede: c. 1438, 2°

Para el tribunal interdiocesano

·         El tribunal del metropolita (c. 1439: cf. supra)

·         El tribunal establecido por la Conferencia episcopal:

o   Único

o   Varios

Para el tribunal de primera instancia (Superior provincial) del Instituto religioso

El tribunal del Superior general (cf. supra)

  

De acuerdo con el c. 431 § 2 (http://teologocanonista2016.blogspot.com/2018/11/l.html) la exención de diócesis, es decir, su inmediata sujeción a la Santa Sede, ha sido suprimida, por lo cual todas las diócesis pertenecen a una provincia eclesiástica. 

 

 

         3.         ¿Cómo se constituyen?

 

C. 1441

La norma general señala que los tribunales de segunda instancia se establecen en cuanto a su número de jueces del mismo modo que lo fue el tribunal de primera instancia, por lo cual, si en primera instancia hubo juez único, también lo habrá en la segunda, y si el de primera fue colegial, también habrá de serlo en la segunda.

El c. 1425 § 4 presenta la excepción de esta norma, pues considera que en el caso allí establecido – en caso de necesidad, la Conferencia puede autorizar un juez único de primera instancia en vez del tribunal colegial – en la segunda instancia el tribunal sea colegial.

Sobre la constitución de los tribunales de segunda instancia de acuerdo con el m. p. Mitis Iudex Dominus Iesus la norma es similar a la aquí señalada, pero se verá más en detalle al tratar de los procesos de nulidad matrimonial.

 

         4.         La incompetencia del juez por razón de grado

 

C. 1440

Se trata de una incompetencia absoluta. La nulidad de las actas sobreviene cuando no se observa la competencia por razón de grado de los tribunales de primera y segunda instancia (cc.1438 y 1439).

 

 

 

Capítulo III. De los tribunales de la Sede Apostólica

 

CAPUT III. DE APOSTOLICAE SEDIS TRIBUNALIBUS

 

Texto oficial

Traducción castellana

Can. 1442 — Romanus Pontifex pro toto orbe catholico iudex est supremus, qui vel per se ipse ius dicit, vel per ordinaria Sedis Apostolicae tribunalia, vel per iudices a se delegatos.

1442 El Romano Pontífice es juez supremo para todo el orbe católico y dicta sentencia o personalmente, o mediante los tribunales ordinarios de la Sede Apostólica, o por jueces en los cuales delega.

Can. 1443 — Tribunal ordinarium a Romano Pontifice constitutum appellationibus recipiendis est Rota Romana.

1443 La Rota Romana es el tribunal ordinario constituido por el Romano Pontífice para recibir apelaciones.

Can. 1444 — § 1. Rota Romana iudicat:

1° in secunda instantia, causas quae ab ordinariis tribunalibus primae instantiae diiudicatae fuerint et ad Sanctam Sedem per appellationem legitimam deferantur;

2° in tertia vel ulteriore instantia, causas ab ipsa Rota Romana et ab aliis quibusvis tribunalibus iam cognitas, nisi res iudicata habeatur.

§ 2. Hoc tribunal iudicat etiam in prima instantia causas de quibus in can. 1405, § 3, aliasve quas Romanus Pontifex sive motu proprio, sive ad instantiam partium ad suum tribunal advocaverit et Rotae Romanae commiserit; easque, nisi aliud cautum sit in commissi muneris rescripto, ipsa Rota iudicat etiam in secunda et ulteriore instantia.

1444 § 1.     La Rota Romana juzga:

1 en segunda instancia, las causas sentenciadas por tribunales ordinarios de primera instancia y que hayan sido elevadas a la Santa Sede por apelación legítima;

2 en tercera o ulterior instancia, las causas ya juzgadas por la misma Rota Romana o por cualquier otro tribunal, a no ser que hayan pasado a cosa juzgada.

 § 2.    Este tribunal juzga también en primera instancia las causas previstas en el c. 1405 § 3, así como otras que el Romano Pontífice, tanto motu proprio como a instancia de parte, hubiera avocado a su tribunal y encomendado a la Rota Romana; y, si en el rescripto de comisión no se indica otra cosa, la Rota juzga esas causas también en segunda y ulterior instancia.

 

 

Cc. 1442-1445

 

 

Introducción

 

 

a.       El principio fundamental del primado de la Sede Romana en materia judicial

 

C. 1442

El c. enuncia el principio fundamental en materia judicial de la legislación de la Iglesia Católica: como consecuencia, pero al mismo tiempo como expresión, de su primado, el Papa es “juez supremo” para todo el orbe católico (cf. cc. 1404-1406 y 330-334: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2018/07/libro-ii-parte-ii-de-la-constitucion.html).

De este principio, en nuestro asunto presente, se desprende que él puede juzgar:

·         por sí mismo o

·         por medio de los tribunales ordinarios que han sido instituidos por él a lo largo del tiempo en la Sede Apostólica, o

·         por medio de jueces delegados por él en forma específica.



 


 

b.      De los Tribunales apostólicos para el foro externo, y en particular de la Rota Romana

 

Los denominados “Tribunales apostólicos” son tres tribunales del Papa en cuanto primado (cf. c. 361: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2018/09/l.html): (Sagrada) Penitenciaría Apostólica[2], (Sagrada) Rota Romana y Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica. Además de ellos, como se advirtió precedentemente, la Congregación para la Doctrina de la Fe, en lo que corresponde a su condición de Tribunal.

Ha de observarse, sin embargo, que del Papa, como Obispo de Roma, existe en la misma Dioecesis Urbis seu Romana (Diócesis de la Urbe o Romana[i]) el Vicariato de Roma, distinto del Vicariato de la Ciudad del Vaticano. Dicho Vicariato de Roma[3] posee, en consecuencia, su propio Tribunal eclesiástico ordinario[4] para atender las causas que sean presentadas ante él, según las normas vigentes para todas las diócesis del mundo y las particulares propias.

 

        I.            La (Sagrada) Rota Romana



 

a.       Bibliografía


Además de la información sobre la Rota[5] que se encuentra al tratar el capítulo sobre la Curia Romana en el Libro II (http://teologocanonista2016.blogspot.com/2018/09/l.html), podemos añadir la citada por (Gordon SJ., págs. 266-267) y que colocamos en la bibliografía.

 

b.      Nota histórica


Del mismo modo, hacemos referencia a la nota histórica que hemos colocado sobre la Rota en el mismo capítulo sobre la Curia Romana en el Libro II (http://teologocanonista2016.blogspot.com/2018/09/l.html) y complementamos aquí con algunos datos más.

En (Gordon SJ., págs. 267-270) se afirma que ya el Papa Lucio III (1181-1185) designó, de entre sus “capellanes” y subdiáconos, el primer grupo de auditores con el fin de instruir las causas, no para definirlas. Pero bajo el pontificado del Papa Inocencio III (1198-1216) les concedió dictar sentencias según mandato ad casum de él mismo. La jurisdicción mediante ley para sentenciar en las causas vino después, con la const. Ratio iuris de 1326, promulgada por el Papa Juan XXII[6].

Se asevera que el “siglo de oro” de la Rota fue entre los siglos XV y XVI, cuando doce Papas fueron elegidos de entre sus auditores.

Y se menciona que tres momentos importantes más vivió la Rota: primero, la disminución de su importancia, a raíz de la reforma emprendida por el Papa Sixto V quien estableció las Congregaciones romanas y efectuó una redistribución de funciones entre ellas y los tribunales y demás oficios; segundo, el silenciamiento del tribunal, en 1870, a raíz de la ocupación de los Estados pontificios; y tercero, su restauración como tribunal ordinario, por obra del Papa san Pío X, gracias a la const. Sapienti consilio del 29 de junio de 1908, como se afirma en las Normae S. Romanae Rotae Tribunalis del 29 de junio de 1934[7].

El nombre mismo de “Rota” no vino a aparecer en un documento pontificio hasta la const. Romani Pontificis de 1424, del Papa Martín V[8]. “Romana” se usó para distinguirla de otras “Rotae” (Rotas de Florencia, Boloña, etc.). Sólo la romana sobrevivió, junto con la Rota de la Nunciatura Apostólica de Madrid en España.

Esta historia fue recordada a grandes pinceladas por S. S. san Pablo VI en su discurso a la Rota del 12 de febrero de 1968, destacando su renovada importancia a raíz de las reformas introducidas por él en la Curia Romana[ii].

 

c.       Nociones

 

 

1)      Definición

 

C. 1443

La Rota Romana es el tribunal ordinario del Romano Pontífice para recibir apelaciones.

Esta noción del c. fue desarrollada más ampliamente en la const. ap. Pastor bonus del 28 de junio de 1988 de la siguiente manera:

 

 

CIC83

Const. ap. Pastor bonus (1988)

C. 1443

La Rota Romana es el tribunal ordinario constituido por el Romano Pontífice para recibir apelaciones.

Artículo 126
Este Tribunal actúa como instancia superior, ordinariamente en grado de apelación, ante la Sede Apostólica, con el fin de tutelar los derechos en la Iglesia, provee a la unidad de la jurisprudencia y, a través de sus sentencias, sirve de ayuda a los tribunales de grado inferior.

 

 

Se describe en estos términos la jurisdicción de la que goza el tribunal en cuanto tribunal de “apelación” o de “instancia superior” “ordinariamente en grado de apelación” “ante la Sede Apostólica, y con miras y como expresión de “la tutela de los derechos en la Iglesia”, que es criterio directivo de su operación. En tal condición:

·         provee a la unidad de la jurisprudencia (en sentido ascendente) y,

·         a través de sus sentencias, sirve de ayuda a los tribunales de grado inferior (en sentido descendente).

 


 

2)      Potestad

 

C. 1442

La potestad de la Rota es ordinaria.

 

3)      Nombramiento y turnos[iii]

 








S. E. Antoni Stankiewicz (1935 Oleszczenice, Lituania -)

 

 

Los Auditores son elegidos y nombrados por el Papa.

La Rota juzga por turnos de tres Auditores en la generalidad de las veces, pero también videntibus ómnibus, es decir, con la participación de todos, sobre todo en las causas que demandan o determinan la restitutio in integrum.

El Decano es “primero entre iguales”, es designado por su sola antigüedad y goza de especiales facultades tanto de orden judicial como de orden administrativo. A veces es designado también un Pro-Decano.

El Tribunal también cuenta con Defensor del vínculo, con Promotor de justicia y los sustitutos de ellos, y con Notario, además de otros ministros, entre ellos el Canciller. Defensor y Promotor son designados por el Papa, y los sustitutos y el Notario son elegidos por el Decano habiendo oído previamente a los otros dos Auditores más antiguos y recibido la aprobación del Papa. Los demás ministros son nombrados por el Decano.

Los Auditores deben renunciar al cumplir los 75 años, son denominados “eméritos”, y cesan de su oficio de jueces.

En el momento (2020) el Colegio está conformado por 22 Auditores.[9]

 

4)      Normas internas

 

Las Normas actualmente vigentes fueron aprobadas y promulgadas por S. S. Juan Pablo II el 7 de febrero de 1994[10] [iv]. No obstante, al Decano de la Rota le han sido otorgadas facultades “especiales” y otras “extraordinarias” en 1995[11] y en 2008[12].

 

d.      Competencia por razón del objeto

 

La Rota Romana tiene competencia en todas las causas, no sólo las matrimoniales, excepto sobre las reservadas al Romano Pontífice.

En relación con las sentencias, la competencia se limita a aquellas en las que no ha habido sentencia definitiva o sentencia interlocutoria con valor de sentencia definitiva (res iudicata).

 

El S. P. Benedicto XVI estableció un Departamento u Oficina nueva en la Rota, dedicada al estudio y resolución de las causas relacionadas, en primer lugar, con la dispensa de los matrimonios ratos mas no consumados, y, en segundo lugar, con la nulidad de las ordenaciones sagradas (en cualquiera de sus tres grados). El texto de la carta apostólica motu proprio es el siguiente:



"CARTA APOSTÓLICA

EN FORMA DE MOTU PROPRIO

QUAERIT SEMPER

DEL SUMO PONTÍFICE
BENEDICTO XVI



con la que se modifica la Constitución apostólica Pastor bonus y se trasladan algunas competencias de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos al nuevo Departamento para los procedimientos de dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada Ordenación constituido en el Tribunal de la Rota Romana.

La Santa Sede ha procurado siempre adecuar su propia estructura de gobierno a las necesidades pastorales que en cada período histórico surgían en la vida de la Iglesia, modificando por ello la organización y la competencia de los Dicasterios de la Curia Romana.

Además, el Concilio Vaticano II confirmó dicho criterio subrayando la necesidad de adecuar los Dicasterios a las necesidades de los tiempos, de las regiones y de los ritos, sobre todo en lo relativo a su número, denominación, competencia, modos de proceder y coordinación recíproca (cfr. Decr. Christus Dominus, 9).

Siguiendo dichos principios, mi Predecesor, el beato Juan Pablo II, procedió a una reordenación global de la Curia Romana mediante la Constitución apostólica Pastor bonus, promulgada el 28 de junio de 1988 (AAS 80 [1988] 841-930), concretando las competencias de los diversos Dicasterios según el Código de Derecho Canónico promulgado cinco años antes y las normas que ya se preveían para las Iglesias orientales. Más adelante, con sucesivas medidas, tanto mi Predecesor como yo mismo, hemos intervenido modificando la estructura y la competencia de algunos Dicasterios para responder mejor a la nuevas exigencias.

En las circunstancias actuales, ha parecido conveniente que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se dedique principalmente a dar nuevo impulso a la promoción de la Sagrada Liturgia en la Iglesia, según la renovación querida por el Concilio Vaticano II a partir de la Constitución Sacrosanctum Concilium.

Por lo tanto, he considerado oportuno transferir a un nuevo Departamento constituido en el Tribunal de la Rota Romana la competencia de tratar los procedimientos para la concesión de la dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada Ordenación.

En consecuencia, a propuesta del Eminentísimo Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y con el parecer favorable del Excelentísimo Decano del Tribunal de la Rota Romana, oído el parecer del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, establezco y decreto lo siguiente:

Art. 1.

Quedan derogados los artículos 67 y 68 de la citada Constitución apostólica Pastor bonus.

Art. 2.

El artículo 126 de la Constitución apostólica Pastor bonus queda modificado de acuerdo con el texto siguiente:

“Art. 126 § 1. Este Tribunal actúa ordinariamente como instancia superior en grado de apelación ante la Sede Apostólica con el fin de tutelar los derechos en la Iglesia, provee a la unidad de la jurisprudencia y, a través de sus sentencias, sirve de ayuda a los Tribunales de grado inferior.

§ 2. Se constituye en este Tribunal un Departamento al que compete examinar el hecho de la no consumación del matrimonio y la existencia de causa justa para conceder la dispensa. A tal fin, recibe todas las actas junto con el parecer del Obispo y las observaciones del Defensor del Vínculo, pondera atentamente, según un procedimiento especial, la solicitud para obtener la dispensa y, si se da el caso, la somete al Sumo Pontífice.

§ 3. Dicho Departamento es competente también para tratar las causas de nulidad de la sagrada Ordenación, a tenor del derecho universal y propio, congrua congruis referendo.

Art. 3.

El Departamento para los procedimientos de dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada Ordenación está dirigido por el Decano de la Rota Romana, asistido por Oficiales, Comisarios delegados y Consultores.

Art. 4.

El día de la entrada en vigor de las presentes normas, los procedimientos de dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada Ordenación pendientes ante la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se trasladarán al nuevo Departamento en el Tribunal de la Rota Romana, que las resolverá.

Cuanto he decidido en esta Carta apostólica en forma de Motu Proprio, ordeno que se observe en todas sus partes, sin que obste nada en contrario, aunque sea digno de especial mención, y establezco que se promulgue mediante la publicación en el diario “L'Osservatore Romano”, entrando en vigor el día 1 de octubre de 2011.

Dado en Castelgandolfo, el día 30 de agosto del año 2011, séptimo de Nuestro Pontificado.



BENEDICTUS PP. XVI"

Véase en:

https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/motu_proprio/documents/hf_ben-xvi_motu-proprio_20110830_quaerit-semper.html


 

e.       Competencia por razón de los grados

 

En segunda instancia

 

C. 1444 § 1, 1°

El Tribunal de la Rota Romana es esencialmente un tribunal de apelación. En cuanto tal, concurre con los restantes tribunales de segunda instancia si se interpuso apelación ante la Santa Sede.

Si no se indica en la apelación a qué tribunal se dirige la misma, se presume hecha al tribunal ordinario, es decir, al metropolitano; pero si una y otra parte apelan a tribunales distintos, entonces el caso será admitido por el que, de entre ellos, sea el tribunal de grado superior (si una parte exige sea conocido por la Rota Romana, eventualmente); a no ser que, en uso del derecho de “prevención” (cf. c. 1415), lo asuma el tribunal que primero cite (cf. c. 1632).

Así mismo, juzga, como tribunal de apelación, en las causas sentenciadas por el Tribunal Eclesiástico de la Ciudad del Vaticano[13].

También juzga las causas procedentes del Tribunal Eclesiástico del Vicariato de Roma[14].

 

 

La Rota Romana en cuanto Tribunal de segunda instancia es tribunal “ad quem”

Para las apelaciones de primera instancia que hayan solicitado su intervención

Para las apelaciones hechas ante tribunales distintos, uno de los cuales es la Rota Romana

Para las apelaciones hechas ante el Tribunal eclesiástico de la Ciudad del Vaticano o ante el Tribunal ordinario del Vicariato de la Diócesis de Roma.

 

 

 

 

En tercera instancia

 

C. 1444 § 1, 2°

Salvo indultos, la Rota Romana es Tribunal necesario para la tercera y ulteriores instancias (con turnos de jueces diferentes) (tribunal “ad quem”) para todas las causas que ya fueron tratadas en apelación por la misma Rota, o por cualquier otro tribunal eclesiástico de apelación.

 

 

En primera instancia

 

C. 1444 § 2

La Rota Romana juzga en primera instancia las causas que expresamente le han sido reservadas ipso iure de acuerdo con el c. 1405 § 3, así como aquellas que le fueran confiadas por el mismo Sumo Pontífice – motu proprio o a instancia de parte – por acto administrativo singular (c. 1444 § 3) – y si en el rescripto no se indica otra cosa[15], en segunda y posterior instancia –; del mismo modo, juzga las causas que fueran avocadas por el Decano de la Rota Romana, de conformidad con el art. 52 de las Normas (cf. nt final) que regulan al mismo Tribunal:

“Art. 52 Salvo praescripto can. 1444, § 2, Decani erit, auditis duobus antiquioribus Auditoribus, iam a prima instantia avocare causas de quibus in eiusdem canonis § 1, quoties peculiaria adiuncta sive locorum sive personarum propter bonum animarum idipsum urgeant.”

 El examen de los libelos que se dirigen al Romano Pontífice solicitándole la “comisión” de una causa ante la Rota Romana se tramita por medio de la Signatura Apostólica en su Sección primera[16].

 El S. P. Francisco, con el ánimo de reforzar el vínculo que une a la Sede de Pedro con las Iglesias particulares, no ha dudado en reiterar la importancia de esta institución de la apelación, en particular en relación con las causas de nulidad de matrimonio. De ahí que en su m. p. Mitis Iudex Dominus Iesus señaló:

 “VII. La apelación a la Sede Apostólica. – Conviene sin embargo que se mantenga la apelación al Tribunal ordinario de la Sede Apostólica, es decir a la Rota Romana, respetando un antiguo principio jurídico, de modo que resulte reforzado el vínculo entre la Sede de Pedro y las Iglesias particulares, teniendo de todos modos cuidado en la disciplina de tal apelación, para evitar cualquier abuso del derecho que pueda producir algún daño a la salvación de las almas.

La ley propia de la Rota Romana será adecuada lo antes posible a las reglas del proceso reformado, dentro de los límites de lo necesario.”

 

 

f.       Incompetencia del tribunal

 

1)      Cuestiones relacionadas con la doctrina de la fe

 

La Rota Romana no es competente para tratarlas. Su examen doctrinal es competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe[v] en su propia condición de órgano de estudio y decisión, pero, en razón de su vinculación con estos asuntos, desempeña la función de Tribunal (particularmente en lo que toca al sacramento de la penitencia y a los pecados contra la fe)[vi]. Por esa misma razón, a esta Congregación competen también los casos del matrimonio de los no bautizados, in favorem fidei.

 

2)      Actos confirmados en forma específica por el Papa

 

C. 1405 §§ 1 y 2

Estos §§ indican la incompetencia de la Rota Romana en relación con este tipo de actos promulgados por el Papa in forma specifica.

 

3)      Actos administrativos

 

C. 1400 § 2

Los actos pertenecientes a la potestad administrativa también quedan excluidos de la competencia de este Tribunal. (Véase supra lo correspondiente al c.).

 De esta manera, podemos señalar las competencias e incompetencias de la Rota Romana en relación con las Congregaciones y Tribunales de la Curia Romana, de acuerdo con la const. ap. Pastor bonus, las cuales han quedado definidas de la siguiente manera:

 

 

Cada Congregación, Tribunal y Oficina tiene determinado su propio ámbito de jurisdicción, sin embargo:

Doctrina de la Fe: “Privilegio de la fe” (art. 53)

Competencia específica y exclusiva que mantiene la Rota Romana sobre los asuntos que le son asignados

Congregaciones con las que la Rota se relaciona y que ceden jurisdicción en favor de ella:

Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos: “Inconsumación del matrimonio y  existencia de causa justa para conceder la dispensa” (art. 67);

“Causas de nulidad de la sagrada ordenación” (art. 68).

Tribunal que ejerce jurisdicción sobre algunos asuntos relacionados con la Rota Romana

Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica (art. 122, 1°, 2°, y 3°; 124, 2°)

 

Congregación para las Iglesias Orientales (art. 58 § 2)

Dependencia de Abogados de la Curia Romana (art. 183)

Dependencia de Abogados

Dependencia de Abogados

 

 

 

 

g.      Escolio

 De la Rota depende, como instituto académico-pastoral, el “Estudio Rotal”, creado en 1920[17]. Al término de tres años de estudios otorga un Diploma de Abogacía Rotal con Rescripto Pontificio (desde el 8 de junio de 1945), con el cual se puede comenzar a desempeñar los oficios de Procurador y de Abogado Rotal[18].

 Su reglamento puede verse en nt final[vii].

 Realiza, además, cursos de formación:

·         “Sobre la Familia”,

·         “Sobre el proceso matrimonial canónico”,

·         “Sobre el procedimiento del Matrimonio Rato” y

·         “De latinidad canónica/jurídica”.

 

Véase en: http://www.rotaromana.va/content/rotaromana/it.html

 

       h.            Publicación

 Se suele abreviar SRRD o RRD. La más reciente: Tribunale Rota Romana: Decisiones seu Sententiae, Selectæ inter eas quæ anno 2013 prodierunt cura eiusdem Apostolici Tribunalis editæ, Volumen CV, 27 de enero de 2020, 474 Páginas, € 90,00, Código ISBN: 978-88-266-0375-9.[viii]

 

 

 

 

     II.            El Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica

 

 

Can. 1445 — § 1. Supremum Signaturae Apostolicae Tribunal cognoscit:

1° querelas[19] nullitatis et petititones restitutionis in integrum et alios recursus contra sententias rotales;

2° recursus in causis de statu personarum, quas ad novum examen Rota Romana admittere renuit;

3° exceptiones suspicionis aliasque causas contra Auditores Rotae Romanae propter acta in exercitio ipsorum muneris;

4° conflictus competentiae de quibus in can. 1416.

§ 2. Ipsum Tribunal videt de contentionibus ortis ex actu potestatis administrativae ecclesiasticae ad eam legitime delatis, de aliis controversiis administrativis quae a Romano Pontifice vel a Romanae Curiae dicasteriis ipsi deferantur, et de conflictu competentiae inter eadem dicasteria.

§ 3. Supremi huius Tribunalis praeterea est:

1° rectae administrationi iustitiae invigilare et in advocatos vel procuratores, si opus sit, animadvertere;

2° tribunalium competentiam prorogare;

3° promovere et approbare erectionem tribunalium, de quibus in cann. 1423 et 1439.

1445 § 1.    El Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica juzga:

1 las querellas de nulidad y peticiones de restitución in integrum y otros recursos contra las sentencias rotales;

2 los recursos en las causas sobre el estado de las personas que la Rota Romana se niega a admitir a nuevo examen;

3 las excepciones de sospecha y demás causas contra los Auditores de la Rota Romana por los actos realizados en el ejercicio de su función;

4 los conflictos de competencia a que se refiere el c. 1416.

 § 2.    Este mismo Tribunal dirime los litigios provenientes de un acto de la potestad administrativa eclesiástica que se lleven a él legítimamente, así como otras controversias administrativas que le hayan sido remitidas por el Romano Pontífice o por los dicasterios de la Curia Romana, y los conflictos de competencia entre dichos dicasterios.

 § 3.    Corresponde también a este Supremo Tribunal:

1 vigilar sobre la recta administración de  la justicia y determinar que se proceda contra los abogados o procuradores, si es necesario;

2 prorrogar la competencia de los tribunales;

3 fomentar y aprobar la erección de los tribunales a los que se refieren los cc. 1423 y 1439.

 

 

 

 A. Origen y evolución histórica

 

Remitimos a la bibliografía general para la conveniente referencia de la exposición de (Gordon SJ., págs. 284-285).

Desde la más remota antigüedad los fieles cristianos, clérigos y laicos, dirigieron sus súplicas al Romano Pontífice solicitándole gracias en general o buscando de él actos de administración de justicia en particular.

Inocencio III (1198-1216) prescribió que estas súplicas fueran redactadas por escrito, que fueran presentadas a la Cancillería Apostólica, cuyo Notario entregaba un resumen de dichas solicitudes al Papa, y éste, si lo estimaba oportuno, concedía la gracia colocando a la súplica estas palabras: Fiat ut petitur, o algo semejante, y, además, añadía la letra inicial de su nombre de bautismo. A este rescripto junto con esta letra se la denominaba signatura”.

A fines del siglo XIII los Romanos Pontífices comenzaron a tomar algunos varones, distintos de los Notarios, para que le refirieran tales súplicas y a éstos, por el oficio que desempeñaban, se les dio el nombre de “Referendarios de la Signatura”. El primero de quien consta, a quien se denominó así fue a Pedro Roderico, español, designado Referendario por el Papa Bonifacio VIII (1294-1303).

Desde el pontificado de Eugenio IV (1431-1447) a algunos Referendarios se les dio, además, la facultad de firmar esas súplicas, primero, en presencia del mismo Romano Pontífice, luego, estando él ausente, en la sede misma del Oficio.

Como las solicitudes de gracias eran tan variadas, ya desde el principio se intuía que, por la naturaleza de las mismas era necesario que el instituto de la signatura tendiera a una cierta división, la cual se produjo bajo el pontificado de Alejandro VI (1492-1503), en el año 1496. Desde ese momento comenzaron a existir dos dicasterios con el nombre de Signatura: uno, la Signatura Gratiae, el otro, la Signaturae Iustitiae. Las reuniones de una y otra eran presididas por el Papa, o por el Cardenal al que el Papa le hubiera concedido esa facultad de firmar en nombre suyo.

A todos los miembros de una y otra se les llamaba Referendarios, pero a partir del pontificado de Sixto V se estableció que primero debían servir en la Signatura de Justicia, y después de tres años, comenzaban su servicio en la Signatura de Gracia.

Con el pontificado de Alejandro VII (1655-1667), de entre los Referendarios se escogía a doce de ellos a los que denominaron Votantes, porque en la Signatura de Justicia su voto era decisorio, mientras que en la Signatura de Gracia, solamente consultivo.

La Signatura de Gracia, no obstante su nombre, era un verdadero tribunal y superior a la Signatura de Justicia, porque ella concedía la facultad de apelar lo que la Signatura de Justicia hubiera negado, así como las gracias conexas con asuntos judiciales, que llevaban consigo la derogación de una norma establecida del derecho. Sixto V configuró la Signatura de Gracia a la manera de una Congregación, y le reservó la resolución de los conflictos de competencia que se presentaran entre las Congregaciones.

Con el tiempo, las reuniones frecuentes de esta Signatura de Gracia se fueron distanciando, de modo que sólo se realizaban dos mensuales en el siglo XVI, luego fueron dos en el año, luego sólo cada dos, tres o cuatro años, hasta cuando en 1839 esas reuniones cesaron definitivamente.

Por su parte, la Signatura de Justicia ejercía una actividad propiamente judicial, con la potestad judicial de un tribunal. Su Cardenal Prefecto recibía la facultad de firmar las gracias – a las que se llama desde entonces commissiones(comisiones) – que tuvieran que ver con la administración de justicia en la Iglesia[ix].

Al comienzo, como se dijo, fue un tribunal en cierto modo unipersonal, pero a partir del momento en que se crearon más Referendarios y de entre éstos los Votantes con voto decisivo, el Tribunal se convirtió en colegial. La potestad con la que el Prefecto y los Votantes juzgaban era una potestad delegada.

Esta fue la estructura inicial y fundamental de la Signatura de Justicia, la cual se mantuvo hasta 1870, con la ocupación de los Estados Pontificios. Y esta, de la misma manera que la Rota, fue silenciada. Anteriormente, la institución había recibido otras reformas, inclusive de su índole misma, pues, además de los casos que tradicionalmente había tratado, se le asignó jurisdicción en relación con el Estado Pontificio, así como en relación con sus competencias.

El Papa san Pío X no quiso restituir las antiguas dos Signaturas, pero sí constituyó en 1908 un tribunal eclesiástico que tuviera una nueva configuración[20], a la manera de una verdadera Signatura de Justicia, de índole solamente eclesiástica y con jurisdicción ordinaria. Las competencias fueron ratificadas por el Papa Benedicto XV y el Papa san Pablo VI dispuso algunas innovaciones (clara distinción entre sus tres Secciones) en la misma con la const. ap. Regimini Eclesiae Universae de 1967.

 

 

B. Actual configuración jurídica de la Signatura

 

La norma canónica vigente establece las competencias del Tribunal Supremo de la Signatura en el c. 1445:

“§ 1.  El Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica juzga: 1°) las querellas de nulidad y peticiones de restitución in integrum y otros recursos contra las sentencias rotales; 2°) los recursos en las causas sobre el estado de las personas que la Rota Romana se niega a admitir a nuevo examen; 3°) las excepciones de sospecha y demás causas contra los Auditores de la Rota Romana por los actos realizados en el ejercicio de su función; 4°) los conflictos de competencia a que se refiere el c. 1416.

 § 2.  Este mismo Tribunal dirime los litigios provenientes de un acto de la potestad administrativa eclesiástica que se lleven a él legítimamente, así como otras controversias administrativas que le hayan sido remitidas por el Romano Pontífice o por los dicasterios de la Curia Romana, y los conflictos de competencia entre dichos dicasterios.

 § 3.    Corresponde también a este Supremo Tribunal: 1°) vigilar sobre la recta administración de la justicia y determinar que se proceda contra los abogados o procuradores, si es necesario; 2°) prorrogar la competencia de los tribunales; 3°) fomentar y aprobar la erección de los tribunales a los que se refieren los cc. 1423 y 1439.”[x]

 

 

         1.         Nombre

 

El Tribunal Supremo de la Signatura es llamado así porque:

 

1)      Ejerce como órgano al mismo tiempo judicial (para asuntos contenciosos, en su Sección I, y para casos que le fueran referidos desde la Rota) y administrativo (por medio de su Sección II). Pero es, al mismo tiempo, un órgano de tipo administrativo en el sentido de que le corresponde actividad similar a la de las Congregaciones, y en este caso opera a la manera de un ministerio de justicia, en orden a erigir y vigilar los demás tribunales de la Iglesia (por medio de su Sección III).

2)      Se encuentra en la cima o ápice de una y otra jerarquía (judicial y administrativa).

3)      Es “signatura” por las razones históricas mencionadas (primero firmaba el Papa mismo, luego sus Referendarios).

 

         2.         Su oficio

 

Ha sido definido fundamentalmente por los Papas san Pío X, san Pablo VI y san Juan Pablo II.

 

         3.         Normas

 

Habiendo quedado sin vigencia la const. ap. Regimini Ecclesiae Universae, y en su lugar vigentes el CIC83 y la const. ap. de san Juan Pablo II Pastor bonus, han entrado a regular su funcionamiento, junto con el Reglamento de la Curia Romana[xi], las Normas internas correspondientes.

 

         4.         Órdenes de personas

 

Los jueces son doce cardenales, de los cuales uno es el Prefecto del Tribunal.

Un Obispo ejerce como Secretario del Tribunal. Y, entre los ministros, se deben mencionar: un Promotor de Justicia y un Defensor del Vínculo, con sus Sustitutos, y un Canciller: todos estos son Oficiales mayores.

Además de ellos, en calidad de consultores, se incluye un número de “votantes”, de “referendarios” y de “abogados” (llamados también “consistoriales”).

 

         5.         Constitución del tribunal

 

Para los asuntos más graves, se estipula la realización de la Signatura plena, es decir, de los doce cardenales.

Para los demás asuntos, se exige la reunión del Congreso de la Signatura, compuesto por el cardenal prefecto y cuatro cardenales más, al que asisten el secretario, el promotor de justicia y el defensor del vínculo, los votantes y referendarios, el canciller y el notario.

 

         6.         ¿El muy antiguo privilegio de las sentencias conserva vigencia?

 

El CIC17 en el c. 1605* § 1[xii] conservó el secular privilegio. Pero, a raíz de la entrada en vigor del CIC83 se han de aplicar los cc. 4 (sobre los privilegios: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2016/09/l.html ) y 6 (sobre la abrogación del CIC17 y de las normas que lo desarrollaban: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2016/09/l_29.html). Pareciera, pues, que dada la importancia del contenido del c. 6, el privilegio hubiera quedado abolido.

Sin embargo, el c. 1622, 2°, incluye entre las razones que determinan el vicio de nulidad sanable de la sentencia, que esta “no contenga los motivos o razones de la decisión”; más aún, el c. 4 pretende dar la mayor seguridad a los “privilegios” cuya protección del bien común históricamente se ha ido consolidando, y este es uno de ellos; siempre la Signatura, cuando está de por medio el derecho de defensa, ha tratado al máximo de asegurarlo, y, por lo mismo, ha dado las razones de sus decisiones, así no siempre fueran hechas públicas mediante algún órgano oficial.

 

         7.         Su jurisprudencia

 

Una selección de la jurisprudencia de las Secciones I y II se ha ido publicando a partir de 1971 en las revistas Apollinaris, Monitor Ecclesiaticus, Periodica y Ius Canonicum, especialmente. Pero el periódico oficial de la Santa Sede, las Acta Apostolicae Sedis, ha publicado en estos últimos años dos documentos de importancia desde el punto de vista normativo: a) un “Decretum generale exsecutorium de actis iudicialibus conservandis”, del 13 de agosto de 2011[xiii]; b) una “Litterae circulares de Statu et activitate Tribunalium”, del 30 de julio de 2016[xiv].

 

 

C. Exégesis del c. 1445

 

 

       a.            La Sección judicial

 

C. 1445 § 1

 

1)      En relación con la Rota Romana

 

Tres tipos de asuntos aborda la Signatura en su Sección I:

 

·         Sobre las disputas acerca de la nulidad (cf. cc. 1620 y 1622 en relación con los cc. 1624 y 1625; c. 1646 § 1 – c. 1645, 1° y 2° - y § 2 – c. 1645, 4° y 5° -) y otras impugnaciones (v. gr. de “restitutio in inegrum”) que se eleven contra las sentencias de la Rota;

·         Sobre los recursos (con nuevos y graves argumentos) en las causas sobre el estado de las personas que hubieran sido rechazados por la Rota (cf. cc. 1643 y 1644);

·         Sobre las excepciones de sospecha (c. 1448) y otras causas contra los auditores de la Rota (c. 1457, 1: proceso judicial penal: un primer turno sentencia primera instancia, y la apelación con un segundo turno).

 

 

2)      Sobre los conflictos de competencia

 

De acuerdo con lo indicado en el c. 1416 (cf. supra). Como se ve, este capítulo de la competencia se encuentra fuera de su lugar propio.

 


      b.            La Sección II o judicial-administrativa

 

C. 1445 § 2

 

1)      Su principal objetivo

 

Atender los conflictos de orden contencioso-administrativos.

 

2)      Y además

 

·         Las controversias administrativas que le fueran remitidas por el Papa o por el Dicasterio Administrativo de la Curia Romana (cf. c. 360-361);

·         Los conflictos de competencia entre los Dicasterios de la misma Curia.

 


c. La Sección III o funcional administrativa

 

Se ha de observar, como se dijo antes, que se trata de una potestad administrativa, la que específicamente se refiere a los tribunales, a la administración de la justicia y de los juicios en la Iglesia universal.

 

·         Su objetivo principal consiste, entonces, en ejercer vigilancia sobre los tribunales y colaborar a éstos en orden a prestar un mejor servicio a los fieles.

o   En cuanto tal, ofrecer sugerencias (a los Obispos diocesanos, v. gr.) en orden

§  al modo como se ha de desarrollar un proceso o

§  sobre la manera como se ha de discernir qué tipo de proceso conviene desarrollar.

o   Así mismo,

§  sobre las causas tramitadas y

§  la elaboración de las sentencias,

§  sobre el nombramiento de jueces,

§  sobre los recursos y

§  sobre el efecto de suspensión (cf. nota infra) que se obtiene cuando existe apelación.

·         Junto con la Sección correspondiente de la Congregación para los Sacramentos y el Culto divino, ejercer vigilancia sobre asuntos relacionados con el sacramento del matrimonio[21].

·         Y, además:

o   Promover los procesos contra los procuradores y los abogados que incurrieran en delitos cuyo tratamiento ameritaría un proceso judicial penal (cf. cc. 1483; 1487; 1488; 1489): en primera instancia le correspondería al Obispo o al juez correspondiente, pero cuando se presenta un recurso, le corresponde a la Signatura;

o   Prorrogar la competencia relativa de los tribunales, distinta de la promoción pontificia que es exclusiva suya (cf. c. 1407 § 2; 1408-1414);

o   Promover y aprobar los tribunales interdiocesanos (cc. 1423 y 1429, como se dijo antes, cf. supra).

·         Otros asuntos cuya competencia se le suele confiar:

o   Revisar en los concordatos que van a ser suscritos por la Santa Sede lo relacionado con los efectos civiles de las sentencias judiciales (v. gr., Italia, Portugal, República Dominicana, etc.);

o   Examinar las incompetencias de la Rota como tribunal de primera instancia, salvo en el caso del c. 1405 § 3);

o   Considerar las competencias de tercera y posterior instancia que se presentan a la comisión pontificia por justa causa y sin oposición irracional de la contraparte;

o   Los casos relacionados con el c. 1673;

o   Examinar los casos de nulidad matrimonial tramitados por la vía administrativa que se encuentran suficientemente documentados, especialmente en los casos en los cuales está de por medio el derecho público;

o   Los casos en los que se duda de la licitud del matrimonio en los que una de las partes es ortodoxa o de mixta religión.

 

El texto del Curso continúa en: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2021/01/l-vii-p-i-s-ii-t-iii-oficios-de-jueces.html



 

Notas de pie de página





[1] “Can. 1595* Tribunal appellationis eodem modo quo tribunal primae instantiae constitui debet; et eaedem regulae, accommodatae ad rem, in causae discussione servandae sunt” (Pontificio Consejo sobre los Textos Legales (Pontificium Consilium de Legum Textivus) (antigua P. Comisión para la Reforma del Código de Derecho Canónico), pág. 58)
[2] (Ghirlanda G. , 1992, pág. 631)
[3] Tres textos regulan en el presente su campo de acción: (Juan Pablo II, 1998); el Regolamento Generale della Curia Romana, art- 1 § 3; y el Regolamento Generale del Vicariato di Roma, del 30 de mayo de 2000 (http://www.vatican.va/roman_curia/labour_office/docs/documents/ulsa_b09_3_it.html#n1).
[4] Su dirección electrónica es: http://www.diocesidiroma.it/phpenti/ente/?ID=999. Existe también en el Vicariato un Tribunal Interdiocesano de Primera Instancia (http://www.diocesidiroma.it/tribunaleprimaistanza/), así como un Tribunal de Apelación (http://www.diocesidiroma.it/phpenti/ente/?ID=1001).
[5] El sitio de internet de la Rota Romana se encuentra en: http://www.rotaromana.va/content/rotaromana/it/profilo.html, donde se puede encontrar más amplia, detallada y actualizada información.
[6] (Cherubini, 1738-1741), t. 4, 317-323.
[7] Cf. AAS 26 1934 450, en: http://www.vatican.va/archive/aas/documents/AAS-26-1934-ocr.pdf
[8] (Cherubini, págs. t. IV, 708-714). Varias teorías se disputan el por qué se le dio esa denominación al tribunal romano: una, que en la época del Papa Benedicto XII (1334-1342), se acostumbraba establecer los turnos de los auditores en forma rotativa; otra, que era, más bien, la forma que tenían los muebles en los que se conservaban los cilindros que contenían los documentos; otra, en fin, por la forma que tenía el aula en la que se reunían los auditores.
[9] Véase la lista de designados en: http://www.rotaromana.va/content/rotaromana/it/struttura/collegio.html
Hago mención con aprecio de mi profesor y director de trabajo de grado, S. E. Antoni Stankiewicz, antiguo Decano de la Rota. Así mismo, de mis compañeros de curso, entre ellos, SS. Ilmas. RR. Piero Amenta, Alejandro W. Bunge (también designado por S. S. Francisco Presidente dell'Ufficio del Lavoro della Sede Apostolica), y del R. P. Manuel Saturino da Costa Gomes, SCI. 
Aprovecho la ocasión para mencionar con grato recuerdo a mis demás colegas canonistas, Mgr. Leopoldo López, y los RR. PP. Carlos Heredia, Leonardo Felizzia y Rafael Urrutia, y a muchos otros cuyos nombres y figura conservo en la memoria.
[10] Promulgada la const. ap. Pastor bonus acometió la Rota la revisión de las normas que hasta ese momento la regían, desde 1934, con algunas modificaciones de 1968 y 1982, y que conservaron cierta validez a tenor del art. 120. El borrador del texto fue elaborado por los Auditores con la colaboración de otros expertos. Fue presentado por el Decano de la Rota, Marius F. Pompedda, al S. P. por medio de la Secretaría de Estado. El S. P. san Juan Pablo II, en audiencia al mismo Secretario, promulgó las Normae como ley “in forma specifica”, el 7 de febrero de 1994, para que tuviera vigencia a partir del 1° de octubre del mismo año. El texto de las Normae está precedido de un proemio elaborado por el Decano, quien después fue creado Cardenal. El texto de 120 artículos se estructura (partes estática y dinámica) de la siguiente manera:
“TITULUS I DE ROMANAE ROTAE TRIBUNALIS CONSTITUTIONE
CAPUT I De Tribunalis compositione atque officiis
CAPUT II De assumptinibus et nominationibus

TITULUS II DE OFFICIO IUDICUM ALIORUMQUE ROMANAE ROTAE ADDICTORUM
CAPUT I De Iudicibus seu Auditoribus
CAPUT II De Promotore iustitiae et vinculi Defensore
CAPUT III De Moderatore Cancellariae
CAPUT IV De Officialibus minoribus et de Officii administris
CAPUT V De normis disciplinaribus
CAPUT VI De Advocatis et Procuratoribus  
TITULUS III DE ORDINE IUDICIARIO ROTAE ROMANAE
CAPUT I De introductione causae, de citatione ac dubiorum concordatione
CAPUT II De instantiae suspensione, peremptione et renuntiatione
CAPUT III De causae instructione
CAPUT IV De incidentibus et praeiudicialibus
CAPUT V De processus publicatione, conclusione in causa et de discussione
CAPUT VI De sententiis
CAPUT VII De appellationibus
CAPUT VIII De expensis iudicialibus et de gratuito patrocinio
CAPUT I X De Normarum interpretatione”

Véase el texto completo en: (Rota Romana, 1994).
[11] “Il Santo Padre Giovanni Paolo II, in data 29 settembre 1995, ha confermato a S.E. il Decano del Tribunale della Rota Romana le seguenti facoltà straordinarie nei limiti e modalità qui appresso descritte”: “Facultas addendi subordinate quaestionem super matrimonio rato et non consummato, nisi super re Congregatio de Disciplina Sacramentorum manus iam apposuerit, atque directe dispensationis gratiam proponendi, si et quatenus, Summi Pontificis iudicio” (n. 1). “Facultas, in causis ad Rotam legitime deductis, actus sanandi, si leges processuales violatae fuerint a Tribunalibus inferioribus ex mandato Rotae Romanae agentibus” (n. 2). «Tali facoltà, che saranno applicate sentito il parere favorevole del Turno Giudicante, in caso d’impedimento dell’Ecc.mo Decano sono “ipso iure”, negli stessi limiti e modalità, devolute al Prelato Uditore più anziano» (SEGRETERIA DI STATO, Rescritto «ex audientia Sanctissimi» di conferma di alcune «facoltà straordinarie» al Decano della Rota Romana, 30 settembre 1995, in Ius Ecclesiae, 9 [1997], p. 377).”
[12] “«Il Sommo Pontefice Benedetto XVI, in data 16 agosto 2008, ha concesso al Decano della Rota Romana le seguenti facoltà straordinarie: “Rotae Romanae Decano, firmo praescripto art. 2 Normarum Rotae Romanae, competit: 1. vigilare rectae administrationi iustitiae in eodem Tribunali; 2. curare ut omnes Iudices seu Auditores, necnon Promotores Iustitiae et Defensores Vinculi, suum munus diligenter adimpleant (cf art. 70, n. 1 Ordinationis Generalis Curiae Romanae)”. Dal Vaticano, 2 ottobre 2008. Tarcisio Card. Bertone, Segretario di Stato» (CARDINALE SEGRETARIO DI STATO, Rescritto “ex audientia Sanctissimi”, Facoltà straordinarie del Decano della Rota Romana “de vigilantia”, 16 agosto – 2 ottobre 2008, in Quaderni dello Studio Rotale, 18 [2008], p. 97).
[13] Compuesto por un clérigo como presidente y dos jueces laicos, conoce en causas eclesiásticas relacionadas con delitos vinculados con asuntos patrimoniales o económicos (Juan Pablo II, 1987).
[14] Como se dijo, el Vicariato posee en la actualidad tres tribunales: - el Tribunal ordinario de la diócesis; - el Tribunal regional del Lacio de primera instancia para las causas de nulidad del matrimonio, y el Tribunal de apelación: “Apud Vicariatum Romanum tria diversa sunt Tribunalia, videlicet: - Tribunal ordinarium Romanae dioecesis [cfr PAULUS VI, Const. Ap. Vicariae potestatis (6 Ianuarii 1977), 12 § 1: AAS 69 (1977), 15; Codex Iuris Canonici, can. 1419 § 1); - Tribunal regionale Latii primae instantiae pro causis nullitatis matrimonii [cfr PIUS XI, Litt. Ap. Qua cura (8 Decembris 1938): AAS 30 (1938), 410-413; Codex Iuris Canonici, can. 1423]; - Tribunal Appellationis [cfr IOANNES PAULUS II, Litt. Ap. Sollicita cura (26 Decembris 1987): AAS 80 (1988), 121-124; Codex Iuris Canonici, can. 1439)”: arts. 31-40, aquí, 31: (Juan Pablo II, págs. 189-192).
En el período comprendido entre 1954 y 1969 estuvo suspendida esta concurrencia con los Tribunales en Italia.
[15] La prohibición, de llegar a hacerse, se expresa con la locución: “Omni appelatione remota”.
[16] Const. ap. Pastor bonus Artículo 124: “Al mismo le corresponde también: […] 2º decidir sobre las peticiones dirigidas a la Santa Sede para obtener la comisión de una causa a la Rota Romana u otra gracia relativa a la administración de la justicia”. Sobre la “comisión” de la Signatura Apostólica (cf. Pastor Bonus, Artículo 124, 3°; Antiqua ordinatione, art. 35, 3°).
[17] (Gordon SJ., págs. 282-283). 
[18] N. B. En un caso dado, el Obispo diocesano o moderador del Tribual puede rechazar al Abogado rotal que se le ha asignado o recusarlo, cuando existen, por supuesto, motivos poderosos que lo llevan a ello.
También se puede solicitar en la apelación a la Rota el patrocinio gratuito, que será gestionado de acuerdo a las Normas señaladas.
El decano suele presentar su concepto en las causas sobre la no consumación matrimonial, y pedir la gracia de la dispensa. No puede dispensar las leyes procesales, originaría la nulidad de las actas que hubieran sido referidas al Tribunal, tanto en asuntos privados como públicos.
[19] En el texto canónico aparece así, sin doble l, mientras que el DLE hace provenir la palabra en castellano de la latina querella (https://dle.rae.es/querella: con el significado jurídico de “acto del fiscal o de un particular ante un juez contra los responsables de un delito” o “reclamación ante el juez de los herederos forzosos pidiendo la invalidación de un testamento inoficioso”; en general, “discordia, pendencia”) y (Segura Munguía, pág. 596) admitía las dos posibilidades (con el significado de “queja, lamentación”, “canto quejumbroso”, “reclamación judicial, demanda, querella”, etc.).
[20] “Item supremum Signaturae Apostolicae tribunal restituendum censemus, et praesentibus litteris restituimus, seu melius instituimus, iuxta modum qui in memorata Lege determinatur, antiqua ordinatione tribunalium Signaturae papalis gratiae et iustitiae suppressa” (Pío X, 1908).
[21] En tal virtud, trabaja con tales Dicasterios en orden a que se atiendan debidamente (inclusive penalmente) los derechos de la familia especialmente en las causas de nulidad del matrimonio, y, entre estos, dos particularmente: el derecho a la protección misma de la familia y el derecho a contraer un verdadero matrimonio. Las penas pueden recaer sobre los jueces (cf. c. 1457 § 1), sobre otros ministros de los tribunales (cf. c. 1457 § 2), sobre los abogados y los procuradores (cf. cc. 1488 y 1489)




Notas finales



[i] La Diócesis de Roma (http://www.diocesidiroma.it/) es sede metropolitana y primada de Italia. Tiene una superficie de 881 km2, y se extiende dentro de la Región del Lacio coincidiendo parcialmente con la que administrativamente, desde el primero de enero de 2015, sustituyó a la Provincia de Roma, es decir, con la Ciudad Metropolitana de Roma Capital. La catedral de la diócesis es la Archibasílica del Santísimo Salvador y de los Santos Juan el Bautista y Juan Evangelista, popularmente conocida como la Basílica de san Juan de Letrán, y junto a ella quedan las oficinas del Vicariato.
[ii] “[…] Ma questo sacro compito di giudicare risultò fin dai primi secoli particolarmente arduo per la Sede Romana, alla quale per la sua funzione primaziale — («propter potiorem principalitatem »: S. Irenaeus, Contra haereses, 3, 3, 2: H.G. 7, 818) — venivano sempre più frequentemente deferite da Pastori e fedeli le controversie sorte in seno alle comunità locali. Di qui la necessità per il Vescovo di Roma di assicurarsi una qualche forma di assistenza e di aiuto per poter assolvere l'oneroso compito di amministrare la giustizia; assistenza e aiuto che, dopo una lunga e multiforme evoluzione di forme e di strutture, venne finalmente consacrato dal Nostro predecessore Innocenzo III, e specialmente da Giovanni XXII, nell'istituzione del vostro venerabile Collegio, sotto la denominazione di «Auditores Sacri Palatii» [Const. Ratio iuris, a. 1326, passim. Bull. Rom., ed. Taur., 4, 317-323, praes. 318]. Da allora agli Uditori Rotali e alla loro probità e competenza è affidato il compito necessario e insostituibile di fungere da Giudici Apostolici. Volgendo lo sguardo alla storia di questi secoli, Ci è particolarmente grato richiamare alla memoria l'immensa mole di lavoro svolto da quanti vi hanno preceduto come membri di questo Collegio, per esaltare le loro benemerenze al servizio della Chiesa, la loro scienza eminente, le loro esimie virtù. « Viri doctrina et probitate insignes » furono chiamati fin dai primi tempi.6 Giacomo Emerix, nel suo Tractatus seu Notitia Rotae Romanae [Iacobus Emerix, Tractatus seu Notitia S. Rotae Romanae, edito da Ch. Lefebvre in : Monumenta Christiana Selecta, n. 232, p. 45], scritto nel '600 (recentemente edito da un esimio studioso, membro del vostro Collegio, Mons. Ch. Lefebvre), delinea quasi il profilo spirituale del vostro Tribunale : « Crevit itaque successu temporis in tantam eminentiam sacrum Rotae et ex omni parte laudabile Tribunal, ut ex illo omni tempore prodierint viri virtute et vitae integritate eximii, et inter eos memoratus S. Raymundus et S. Antoninus, Episcopus Florentinus, septemque Summi Pontifices ..”. [ibid., p. 46. ]. Questa specchiata probità di vita, che informava la vasta scienza dell'equo e del giusto di quegli Uditori, fece scorgere in essi quasi la personificazione stessa della giustizia: « Iustitiam animatam » ; il che come afferma San Tommaso riprendendo il pensiero aristotelico, esprime appunto l'ideale del giudice secondo il sentire del popolo [Summa Theologica, II a -II a e , q. 60, art. 1]. Non fa quindi meraviglia che la « iurisprudentia » maturata da questi uomini abbia rappresentato un fattore decisivo nella elaborazione della legislazione ecclesiastica, a cominciare dalle Decretali di Gregorio IX, e nella formazione dello « ius commune ». Ma la benemerenza del vostro Collegio, non meno che dal meraviglioso patrimonio del passato, viene messa in risalto dall'operosità del presente. Fedele alla sua plurisecolare tradizione, il vostro Sacro Tribunale seguita ad essere anche oggi l'organo di singolare perizia, al quale il Papa affida la necessaria definizione delle cause deferite alla Santa Sede, in particolare delle delicatissime cause matrimoniali. Riconoscimento solenne di questa vostra qualificata idoneità, e insieme desiderio di agevolare il vostro lavoro, ha voluto essere quella estensione della competenza del vostro Tribunale, che abbiamo disposto nella Nostra Costituzione Apostolica « Regimini Ecclesiae Universae » ; abbiamo inteso cioè affidare al vostro Tribunale tutte le cause di nullità di matrimonio che giungono a questa Sede Apostolica, anche se entrambe le parti siano acattoliche o appartengano a diversi riti orientali [Cfr. A. A. S. 59 (1967) p. 922, n. 109]”: (Pablo VI, 1968)
[iii] La procedencia de los Auditores es muy variada. Sobre el tema véase (Gordon SJ., págs. 271-283).
Valga la ocasión para volver a recordar al primer sacerdote colombiano que perteneció a la Rota: Ilmo. Mons. José Miguel Pinto Gómez (diócesis de Socorro y San Gil 1 de abril de 1913 – Roma 14 de septiembre de 1992: fue Auditor entre el 17 de noviembre de 1968 y el 1 de abril de 1987. Véase, consulta del 26 de septiembre de 2020, en: https://books.google.com.co/books?id=u9CpMcDWVykC&pg=PA454&lpg=PA454&dq=Jos%C3%A9+miguel+pinto+gomez+socorro+san+gil+rota+romana&source=bl&ots=d1MlNlmFOp&sig=ACfU3U3e0HMWjtuYe7y5dgXsHCW6TamX1w&hl=de&sa=X&ved=2ahUKEwjUlpnOzYfsAhUMq1kKHZhKAT4Q6AEwDnoECAcQAQ#v=onepage&q=Jos%C3%A9%20miguel%20pinto%20gomez%20socorro%20san%20gil%20rota%20romana&f=false
[iv] Para facilidad de la consulta se consignan en este lugar:
ROMANAE ROTAE TRIBUNAL NORMAE

PROOEMIUM

Quammaxime decet Apostolicae Sedis Tribunal ordinarium a Summo Pontifice constitutum appellationibus recipiendis, quae est Rota Romana (cf. can. 1443), suis regi peculiaribus normis (cf. can. 1402 et art. 130 Const. Apost. Pastor bonus), sive quod attinet ad eiusdem constitutionem necnon singula Auditorum seu Iudicum aliorumque addictorum officia, sive quod spectat ad proprium ordinem iudiciarium. Exinde, quo ad nostra tempora propius accedamus, factum est ut, promulgato Codice iuris canonici Piano-Benedictino, quem vocant, anno MCMXXXIV die 29 mensis Iunii « Normae Sacrae Romanae Rotae Tribunalis » ederentur Pii Pp. XI imp. mem. auctoritate adprobatae et promulgatae, in Rota vim legis hodie usque habentes. Pro temporum necessitatibus autem oportuit, potissimum post Concilium Vaticanum II et renovatum Codicem iuris canonici a Summo Pontifice Ioanne Paulo Pp. II in Ecclesiae Dei aedificationem anno MCMLXXXIII die xxv mensis Ianuarii pro Latinis, necnon post editum Codicem Canonum Ecclesiarum Orientalium anno MCMXC die xvm mensis Octobris promulgatum, ut eaedem Normae iuxta novam accommodatae disciplinam recognitioni subicierentur, ne praetermissa quidem instauratione novi ordinis Curiae Romanae, per Const. Apost. Pastor bonus diei 28 mensis Iunii a. MCMLXXXVIII effecta. Etenim vero Praelatorum Auditorum Romanae Rotae Collegium una cum et sub moderamine eiusdem Decani curavit ut, per trium ex senioribus Auditorum commissionem adlaboraretur ad opus istud perficiendum. Quapropter, primum schema compositum fuit, examini eiusdem Collegii subiectum auditis etiam quibusdam in scientia canonica Viris praeclaris: quorum omnium animadversionibus attentis ac matura sollertia pensatis, iterum per eandem Commissionem prodiit tandem schema alterum, in collegiali Praelatorum Auditorum sessione ad hoc celebrata decretorio voto confirmatum. Quod idem igitur ad Summum Pontificem, per officium Secretariae Status, delatum est ut novae Normae suprema sanctione et auctoritate fulcirentur et vim legis in posterum haberent in hoc Apostolico Tribunali. Verum quidem Ioannes Paulus Pp. II, feliciter XVI annum universalis sui ministerii agens, in audientia die 7 Februarii a. MCMXCIV Em.mo Cardinali Secretario Status concessa, adprobare dignatus est Normas easdem prouti continuo inferius prodeunt, insimul statuens ut ipsaemet, publici iuris factae in Actorum Apostolicae Sedis commentario officiali, legis servandae vigorem a die 1 mensis Octobris anni MCMXCIV obtinerent.

Romae, apud aedes Romanae Rotae Tribunalis, die 18 mensis Aprilis anni MCMXCIV.

MARIUS F. POMPEDDA Decanus

TITULUS I DE ROMANAE ROTAE TRIBUNALIS CONSTITUTIONE


CAPUT I De Tribunalis compositione atque officiis


Art. 1 Rota Romana est Tribunal, Apostolicae Sedis ordinarium appellationis, constans certo Iudicum seu Praelatorum Auditorum numero qui, e variis terrarum orbis partibus a Summo Pontifice selecti, collegium constituunt. Eidem collegio, primus inter pares praeest Decanus, ex ipsis Iudicibus a Summo Pontifice pariter nominatus.

Art. 2 Dicasterii Praesidis officia, de quibus in Ordine generali Curiae Romanae, in Rotae Tribunali exercet, pro diversitate negotiorum secundum articulos infra relatos, aut unus Decanus vel, eodem impedito, Iudicum antiquior, de quo in art. 4, § 1, aut integrum Praelatorum Auditorum Collegium.

Art. 3 § 1. Iudices sacerdotes sint oportet, maturae aetatis, laurea doctorali saltem in utroque iure praediti, honestate vitae, prudentia et iuris peritia praeclari. § 2. Iidem, vix attigerint septuagesimum quintum aetatis annum a munere Iudicis cessant; si quidem ipsi, insimul, compleverint duodecim saltem annos in officio Auditoris, emeriti evadunt. § 3. Decanus a munere cessat expleto septuagesimo quinto aetatis anno.

Art. 4 § 1. Iudices post Decanum ordine sedent ratione antiquioris nominationis, et in pari nominatione ratione antiquioris ordinationis ad sacerdotium, et in pari nominatione et ordinatione presbyterali, ratione aetatis. § 2. Vacante Decanatu, eiusdem officia explet Auditorum antiquior, usquedum Summus Pontifex novum Decanum e gremio Collegii nominet.

Art. 5 Apostolici Rotae Romanae Tribunalis iurisdictionem et competentiam moderantur Codex Iuris Canonici, Codex Canonum Ecclesiarum Orientalium, Const. Apost. Pastor bonus necnon Normae eiusdem propriae.

Art. 6 § 1. Pro bono publico tuendo officium constituitur Promotoris iustitiae, quem Adiunctus coadiuvabit. § 2. Uterque, plerumque sacerdos, erit laurea doctorali in utroque iure vel in iure canonico simul et civili atque diplomate advocati rotalis insignitus, maturae aetatis, bonis moribus, prudentia, plurium annorum experientia et rerum usu in Rota Romana aut in aliis Tribunalibus ecclesiasticis praestans; insuper Adiunctus prae ceteris e ritibus orientalibus assumetur.

Art. 7 § 1. Pro tuendis sacra ordinatione et matrimonio, stabiliter constituuntur Defensores vinculi, qui, plerumque sacerdotes, sint laurea doctorali in iure canonico et advocati rotalis diplomate donati, maturae aetatis, bonis moribus, prudentia et experientia apud Romanam Rotam aut alia Tribunalia ecclesiastica praestantes. § 2. In officium Defensoris vinculi titularis, nominari poterunt unus vel plures Substituti ad tempus, requisitis praediti de quibus in § 1 huius articuli. § 3. Promotor iustitiae Adiunctus operam potissimum dat in causis christifidelium rituum orientalium: sive in istis sive in aliis idem, nisi interveniat tamquam Promotor iustitiae, designari quoque poterit vinculi Defensor. § 4. Animadversiones in singulis causis exarandas, Decanus, ad instantiam Defensoris vinculi titularis, committere potest deputato, qui sit laurea doctorali in iure canonico et advocati rotalis diplomate exornatus.

Art. 8 Apud Decanum de Cancellariae officiis respondet eiusdem Moderator. Qui, plerumque sacerdos, laurea doctorali in iure canonico et advocati rotalis diplomate ornatus esse debet, maturae aetatis atque experientiae, et, propter sua munera peculiaría, ordinarie ex Tribunalis Notariis selectus, quorum iura atque munia servat.

Art. 9 § 1. Ad interna Cancellariae negotia explenda deliguntur quidam Notarii, qui sint laurea doctorali in iure canonico et advocati rotalis diplomate praediti, necnon experientia et usu iudiciario praestantes. § 2. Ex Notariis alius bibliothecarii munus quoque obtinebit, alius autem colliget summa iurisprudentiae rotalis capita. § 3. Quoties res id postulaverit, Decanus et alios deputare potest Notarios qui interrogatoriis assistant.

Art. 10 § 1. Custodiendis atque asservandis causis pendentibus praeficitur Archivista, qui laurea doctorali in iure canonico potiatur. § 2. Ad explenda negotia administrativa, Arcarius seu Ratiocinatur erit, qui speciali diplomate exornari debet.

Art. 11 Cancellariae erunt Addicti qui, praeter linguam latinam, bene duos saltem sermones ex hodie latius cognitis calleant et dactylographiae diplomate ornentur, aut titulo academico et usu artis dactylographicae. Art. 12 § 1. Custodiae munditiaeque sedis Tribunalis quidam addicuntur Apparitores, qui et Cursorum munere fungentur pro actis iudicialibus notificandis. § 2. Duo ex Apparitoribus custodient causarum pendentium acta typis impressa itemque causarum in archivo repositarum.



CAPUT II De assumptíoníbus et nominationibus

Art. 13 § 1. Promotores iustitiae, Defensores vinculi, eorumdemque Substituti a Summo Pontifice nominantur, Rotali Collegio proponente. § 2. Cancellariae Moderator, ceterique Officiales et administri assumuntur, Decano proponente, ex favorabili Collegii voto, ad normam Ordinis Generalis Curiae Romanae.

Art. 14 Promotore iustitiae Officiales maiores praeeunte, pro aliis Officialibus servetur Ordo generalis Curiae Romanae.



TITULUS II DE OFFICIO IUDICUM ALIORUMQUE ROMANAE ROTAE ADDICTORUM


CAPUT I De Iudicibus seu Auditoribus

Art. 15 § 1. Iudex, praestito iuramento, ad normam art. 42, § 1, in Rotale Collegium adscitus suum suscipit officium, et iuribus ac privilegiis fruitur Apostolici Tribunalis, Praelatorum Auditorum propriis. § 2. Auditores, pro viribus ac sua prudentia atque salvis partium iuribus, curabunt ut causae quam citius fieri possit ad definitionem perducantur.

Art. 16 § 1. Ad Decanum, uti Praesidem, pertinet Collegium convocare, quoties negotia requirunt; ipsius insuper est curare ut omnes Tribunalis addicti suum munus diligenter adimpleant. § 2. In moderandis Tribunalis officiis, si agatur de extraordinario consilio capiendo, Decanus rem ad Collegium deferat. § 3. Deliberationum regestum, ab Auditore exaratum, nec non aliarum scripturarum tabularium ad Collegium pertinentium, sub Decani cura et custodia erunt. § 4. Impedito Decano, munera eiusdem propria explebit antiquior Auditor, qui non sit impeditus.

Art. 17 Causa legitime in protocollo Rotae recepta, Decanus statuet Turnum ad eandem iudicandam, iuxta ordinem in art. 18 statutum.

Art. 18 § 1. Turni eo ordine procèdent, ut primus constet ex Decano et Auditoribus secundo et tertio; alter ex secundo, tertio et quarto; tertius ex tertio, quarto et quinto, et ita deinceps ea lege ut Turnus subsequens constituatur ab altero ex Auditoribus praecedentis Turni et duobus sequentibus Auditoribus, iterum incluso Decano cum duobus postremis Auditoribus, vel cum ultimo ex iisdem Auditoribus et secundo. § 2. Quod si agatur de appellatione a sententia rotali, Turnus ad quem ille est qui constat ex Iudicibus immediate antecedentibus eos Turni a quo. § 3. Pro rerum adiunctis constitui poterit Turnus quinque vel plurium Auditorum aut videntibus omnibus; item si res ita postulet, Decanus poterit aliquam causam Turno extra ordinem committere. § 4. Decreto, quo constituit Turnum, Decanus designet etiam causae Ponentem qui generatim est munere antiquior. § 5. Si Iudex vel Ponens, infirmitate aut alia iusta causa impediatur quominus in Turno partem habeat, substituitur a Decano per alium Auditorem.

Art. 19 Quoties Iudici impedito alius substitutus fuerit, postea, cessante impedimento, primus Auditor in Turnum restitui potest accedente Decani decreto, nisi suffectus partes habuerit in iudicanda quaestione incidentali, quae in sententiam definitivam sua natura influat.

Art. 20 § 1. Iudex, ob impedimentum alterius suffectus, licet antiquior, non potest esse Ponens, quoties Ponens antea designatus permaneat. § 2. Si Ponens, ad normam art. 18, § 4 designatus, iustum habeat motivum, poterit, auditis ceteris de Turno Auditoribus, uni ex ipsis suum munus committere, edito ad hoc decreto omnibus quorum interest notificando.

Art. 21 Caveat Ponens ne typis edi iubeat aut sinat sententias Turni cui praefuit, ex quarum divulgatione scandala, odia, diffamationes, personarum dissidia aut alia huiusmodi gravia mala oriri possint.

Art. 22 Ad continendos in officio advocatos aut procuratores, qui praescripta Codicis aut Rotae Normarum transgredi insimulentur, Collegium Rotale rem remittere poterit Signaturae Apostolicae ad normam art. 124, Io Const. Apost. Pastor bonus, aut iuxta art. 49, § 3 procedere.

Art. 23 Apostolica Sede vacante, Rotae Tribunal negotia sua exsequi pergit.



CAPUT II De Promotore iustitiae et vinculi Defensore

Art. 24 § 1. Promotor iustitiae intervenire debet in omnibus causis poenalibus, itemque in contentiosis in quibus Ponentis iudicio res est de bono publico, praesertim ad leges processuales quod attinet, salvo officio vinculi Defensoris. § 2. Promotor iustitiae eiusque Adiunctus aderunt in Tribunali, praeter dies in tabella praestitutas, quoties convocentur in suis causis.

Art. 25 § 1. In causis poenalibus unus Promotor iustitiae accusatoris partes gerit. § 2. Licet vero eius sit accusare et sustinere ex officio accusationem, id tamen praestare non poterit, si Decani iudicio accusatio fundamento destituatur. § 3. Si causa agatur ex appellatione a tribunali inferiori, iustitiae Promotor accusationi renuntiare poterit, audito Ordinario.

Art. 26 Si Promotor iustitiae legitime audiatur, itemque pro munere instet, vel se opponat, rationes seu motiva voti, instantiae, oppositionis ipse adducere debet.

Art. 27 De gratuito patrocinio concedendo vel negando audiendus est Promotor iustitiae; qui instabit quoque ut illud revocetur, si casus ferat.

Art. 28 Quoties Promotor iustitiae in officio explendo impediatur, Decanus ei sufficiet Adiunctum; idque vicissim.

Art. 29 § 1. Defensor vinculi intervenire debet in omnibus causis in quibus agitur de nullitate sacrae ordinationis aut matrimonii, vel de dispensatione super rato, iuxta Codicis praescripta. § 2. Defensores vinculi aderunt in Tribunali, praeter dies in tabella unicuique praestitutas, quoties convocentur in suis causis. Art. 30 Quoties aliquis ex vinculi Defensoribus in officio explendo impediatur, Decanus ei alium ex iisdem sufficiet.



CAPUT III De Moderatore Cancellariae

Art. 31 § 1. Moderator Cancellariae, sub ductu Decani, de eiusdem officiis respondere tenetur. § 2. Ipse in ordine iudiciario Notarii quoque muneribus fungitur.

Art. 32 Moderatoris Cancellariae erit potissimum: 1) curare ut per Notarios exsecutioni mandentur rescripta, decreta et decisiones Tribunalis; 2) parare breve summarium novarum causarum Decano submittendum pro congrua provisione; 3) curare commercium epistulare Tribunalis, atque subsignare acta a Decano vel Ponente non subscribenda; 4) emittere mandata solutionis aut exactionis.



CAPUT IV De Officialibus minoribus et de Officii administris

Art. 33 Munera omnium Notariorum, praeter peculiaria ipsis concredita in Cancellariae officiis, sunt: 1) componere exemplaria epistularum, quas Iudices ratione muneris et causarum sibi commissarum, mitti iubeant; 2) curare exsequenda decreta, vel cum congrua explicatione eorum omnium quae iisdem breviter indicantur, vel cum exaratione et subsignatione litterarum adiunctarum et notificationis, nisi singulis in casibus Ponens easdem epistulas subsignare ipse malit.

Art. 34 Primi Notarii erit: 1) referre in protocollo eaque communiendo sigillo acta omnia, quae ad Tribunal pervenerint; 2) redigere, de consensu Moderatoris Cancellariae, mandata pecuniae solutionis exactionisve; 3) admittere Advocatos, horis statutis, pro notitiis de statu causarum et exhibendis instantiis; 4) substituere Moderatorem Cancellariae absentem aut impeditum.

Art. 35 Secundi Notarii erit explere praecipue ea quae art. 33, n. 2 praescripta sunt de iisque adnotare exsecutionem.

Art. 36 Tertii Notarii erit: 1) curare ut quotannis iurisprudentiae rotalis principia in indicem systematicum redigantur; 2) redigere regesta causarum seu protocollum neo non archi viationum, decretorum incidentalium et sententiarum atque repertorii generalis; 3) fungi quoque bibliothecarii munere.

Art. 37 Archivista: 1) traditum tenet Archivum causarum pendentium; 2) iussu Ponentis, transmittit acta ad Promotorem iustitiae aut vinculi Defensorem; 3) advigilat ut positiones, traditae pro studio legitimis Patronis, integre et in ordine restituantur.

Art. 38 § 1. Addictus administrationi munere ratiocinatoris, arcarii et expedit oris fungitur. § 2. Ipse utpote Ratiocinatur: 1) signare debet pecuniam omnem acceptam et solutam sive ordine generali sive pro singulis causis; 2) quolibet exeunte mense parat compendium rationale accepti et expensi aerarii (cassa Santa Sede); exeunte autem anno redigit consumptivum generale accepti et expensi pro causis fiduciae, pro causis gratuiti patrocinii et pro expensis generalibus Cancellariae. § 3. Qua Arcarius: 1) custos est suo periculo pecuniae et documentorum depositorum in arca munita; cuius ipse claves habet, Decanus alteras; 2) sub debitis cautelis solvit et accipit pecuniam Tribunali creditam debitamque; 3) singulis mensibus stipendia solvit omnibus qui ad Tribunal pertinent; 4) venditat folia et chartulas sigillum Sedis Apostolicae referentia; 5) extremo quoque mense defert Administrationi Patrimonii Sedis Apostolicae pecuniam eidem debitam. § 4. Arcarius tamquam expeditur: 1) consulit expeditioni citationum aut litterarum sive per cursores tradendarum sive per publicos tabelliones mittendarum; 2) quolibet exeunte mense parat notam solutionum cursoribus debitarum iuxta taxas a Decano probatas.

Art. 39 Addictorum Cancellariae Tribunalis Apostolici est epistulas, decreta et rescripta exscribere, et quae paucis recepto usu indicata sunt verbis, ea fusius evolvere. Iidem curam omnem adhibebunt ut quavis menda scriptura careat; nec subscribendam tradent nisi prius attente perlegerint.

Art. 40 Cursores, qui etiam munere apparitoris funguntur, debent: 1) notificare citationes aliaque Tribunalis acta, ac de traditione deque huius tempore modoque fidem facere; 2) epistulas et actorum fasciculos ad quos spectat deferre; 3) Tribunalis aedium nitorem curare aliaque peragere quae a Decano commissa habeant in ipsius Tribunalis commodum; 4) duo ex ipsis custodient etiam acta typis impressa et archivum causarum finitarum.



CAPUT V De normis disciplinaribus

Art. 41 § 1. In iudicio quovis Auditores omnesque Tribunalis administri tenentur ad secretum officii. § 2. Inviolabile etiam a Iudicibus secretum est servandum de discussione quae in Tribunali ante ferendam sententiam habetur itemque de rebus omnibus ibidem actis. Quae regula pariter sancte servetur super disceptationibus in Collegio habitis aut super partibus, quas singuli in iisdem habuerunt.

Art. 42 § 1. Singuli Rotae Romanae Iudices post nominationem, antequam officium suscipiant, coram universo Collegio, adstante Notario, qui in acta referat, iusiurandum dabunt de munere rite et fideliter implendo, atque de secreto servando ad normam articuli praecedentis. § 2. Item praescriptum iusiurandum dabunt omnes Tribunalis administri coram Decano, adstante Notario.

Art. 43 § 1. Auditores qui secretum violaverint, aut ex dolo grave litigantibus detrimentum attulerint, tenentur de damnis ad instantiam partis laesae, vel etiam ex officio, Signaturae Apostolicae iudicio, a Romano Pontifice confirmato. § 2. Tribunalis administri, qui similia egerint, pariter tenentur de damnis, ad instantiam partis laesae aut etiam ex officio, Rotalis Collegii iudicio.

Art. 44 Firmis muneribus cuiusvis Addicti, viget principium quemque adiumento aut substitutioni esse debere conlegae absenti aut impedito, prouti Decanus opportunum duxerit, sine ulla speciali remuneratione. Quod valet etiam quoties Decanus quemque designaverit munus obeuntem in officio quod suo titulari vacat.

Art. 45 Pro horario et absentiis ab officio serventur normae Ordinis Generalis Curiae Romanae.

Art. 46 Attenta peculiari natura atque ratione procedendi Tribunalis, aestivae feriae pro Auditoribus, Addictis aliisque Administris, simul cum clausura officiorum, erunt per tempus continuum iuxta Curiae Romanae Ordinem.



CAPUT VI De Advocatis et Procuratoribus

Art. 47 Advocati aut procuratoris munere apud Rotae Romanae Tribunal fungi poterunt qui in Albo proprio inscripti sunt.

Art. 48 § 1. In Advocatorum Albo admittuntur qui, laurea doctorali saltem in iure canonico donati, advocati rotalis diploma adepti sunt. § 2. In Procuratorum autem Albo inscribi poterunt ii qui, laurea saltem in iure canonico praediti, exercitationes et pericula per biennium penes Studium Rotale superaverint. § 3. Qui in Urbe fixam non habent moram causarum patrocinium suscipere poterunt. At procuratoris munus ii tantum exercere valent qui Urbem continenter incolunt.

Art. 49 § 1. Procuratores et advocati in causis agendis coram Romana Rota tenentur servare tum communes leges canonicas tum normas eiusdem Tribunalis. § 2. Procuratorum advocatorumque emolumenta non alia admittantur, quam quae sunt probata. § 3. Firmo praescripto art. 22, procuratores et advocati, qui officio defuerint, a Collegio Rotali poterunt reprehensionis nota inuri, suspendi, vel etiam ex Albo expungi, auditis tamen tribus ex senioribus Advocatis.



TITULUS III DE ORDINE IUDICIARIO ROTAE ROMANAE




CAPUT I De introductione causae, de citatione ac dubiorum concordatione

Art. 50 Decretum, quo Decanus Turnum constituit ad normam art. 18, feret quoque nomina Defensoris vinculi vel Promotoris iustitiae cui causa adsignatur, partium, dioeceseos cui pertinet causa, eiusdem obiectum, necnon competentiae fontem.

Art. 51 Si indubie constet de incompetentia Rotae Romanae, Decanus, auditis duobus senioribus Auditoribus, appellationem vel libellum per decretum, indicatis rationibus, reiciet.

Art. 52 Salvo praescripto can. 1444, § 2, Decani erit, auditis duobus antiquioribus Auditoribus, iam a prima instantia avocare causas de quibus in eiusdem canonis § 1, quoties peculiaria adiuncta sive locorum sive personarum propter bonum animarum idipsum urgeant.

Art. 53 § 1. Nemo procurator aut advocatus admittatur absque mandato pro lite expresse apud Rotam agenda. § 2. Quolibet in processu pars actrix suum habeat patronum ab ipsa constitutum aut ex officio datum; quod, si casus ferat, Ponens ut fiat curet etiam pro parte conventa, salvo praescripto can. 1481, § 2. § 3. Pro iis qui ad normam iuris in iudicio stare non possunt, Ponentis erit tutorem vel curatorem constituere aut iam constitutum confirmare.

Art. 54 § 1. Turni constituti decreto omnibus, quorum intersit, notificato, Archivista curabit ut causae acta omnia, vulgo Posizione, Auditori Ponenti statim transmittantur. § 2. Quaelibet documenta aut scripta aut vota ad singulas causas pertinentia, statim ac ad Cancellariam eadem pervenerint, Notarius cito Ponenti transmittenda curabit.

Art. 55 § 1. Si agitur de causa videnda a prima instantia, Ponens, auditis vinculi Defensore aut Promotore iustitiae, statim Turnum convocabit qui libellum admittat aut reiciat. § 2. Quoties in causis matrimonialibus iuxta can. 1683 novum caput adducatur, item Turni erit decernere de eodem admittendo vel reiciendo.

Art. 56 Admisso libello aut causa in gradu appellationis accepta, gressus fiet ad citationes et litis contestationem iuxta articulos qui sequuntur.

Art. 57 § 1. In causis a prima instantia admissis, omnibus intervenientibus notificabitur decretum admissionis libelli una cum, si casus feret, istius exemplari; insimul Ponens, ad mentem can. 1507, § 1 atque salvo can. 1677, § 2, decretum dabit, pariter omnibus notificandum, statuens diem pro litis contestatione, propositis dubio vel dubiis inter partes concordandis vel disceptandis. § 2. Die statuta pro litis contestatione, Ponens, comprobatis legitimis citationibus atque attentis partium petitionibus aut responsionibus, dubia concordata decreto firmat; quodsi partes dissentiant, ipse ex officio rem definiet. Quod contra decretum, intra decendium a die notificationis, patet recursus ad Turnum, qualibet ulteriore appellatione remota.

Art. 58 § 1. In gradu appellationis, postquam constiterit de legitima causae prosecutione, Ponens decretum dabit de dubio vel dubiis disceptandis; quod, omnibus in causa intervenientibus notificandum, locum tenet citationis et litis contestationis, nisi partes, ex Iudicis praecepto aut ex sua petitione coram eodem sisterint. Contra idipsum decretum item unus patet recursus, de quo in art. 57, § 2. § 2. Quodsi agatur de causa nullitatis matrimonii, agenda ad mentem can. 1682, § 2, praemonitis partibus et audito vinculi Defensore, Turnus decretum dabit, quo vel decisionem continenter confirmet, vel motiva definite et singillatim exponet quae assertae nullitati statu quo obstent atque ideo causam admittat ad ordinarium novi gradus examen, vel denique instructionem suppletivam forte perficiendam indicet necessariam antequam causa ad definitivam sententiam remittatur. In altero et tertio casu, Ponens, cognita partium voluntate de iudicio prosequendo, causam ulterius curabit, iuxta § 1 huius articuli.

Art. 59 Quoties ignoretur commoratio alicuius partis, locus est aut citationi aut notifîcationi decreti litis contestationis per edictum, publicandum in commentario officiali Acta Apostolicae Sedis vel in ephemeride L'Osservatore Romano.

Art. 60 § 1. Partibus, quae in iudicio per Patronum stant, notificabuntur omnia acta usque ad sententiam definitivam. § 2. Partibus, quae sese remittant iustitiae Tribunalis, notificari debent decretum litis contestationis, nova forte facta petitio et omnes Iudicis pronuntiationes. § 3. Parti, cuius absentia a iudicio declarata fuerit, notificabuntur decretum litis contestationis et sententia definitiva.

Art. 61 § 1. Quolibet in iudicii gradu et causae statu, Ponenti videre licet an locus sit concordiae inter partes experiendae, deputata ad negotium prudenti persona. § 2. Si ineatur concordia, huius conditiones a partibus acceptatae et a Ponente adprobatae, ab iisdem partibus et a Ponente subscriptae, inserendae sunt in decreto Turni, omnia definitive adprobantis; quo decreto finis liti imponitur.

Art. 62 § 1. In causis nullitatis matrimonii formula dubii est: An constet de matrimonii nullitate in casu, additis capite vel capitibus. § 2. In causis, ubi agitur de sententia rotali appellata, adhibebitur dubii formula: Utrum confirmanda an infirmanda sit sententia rotalis diei... mensis... anni... in casu, nisi claritatis gratia in dubiorum formula renovandi sint singuli controversiae articuli.



CAPUT II De instantiae suspensione, peremptione et renuntiatione

Art. 63 § 1. Instantia suspensa per mortem partis, aut eius status vel officii mutationem, ad normam can. 1518, heres aut successor aut is cuius intersit, si causam prosequi velit, Ponenti libellum exhibere debet, quo demonstret se ius ad causam prosequendam habere et admitti petat. § 2. Libellus a Ponente alteri parti ceterisque in causa legitime intervenientibus notificatur; quolibet contradicente, quaestio incidens ad normam iuris definienda erit. § 3. Si pars litigans moriatur, aut statum vel officium mutet causa iam conclusa, instantia quidem non suspenditur; si vero is qui partem suffecit novas probationes habeat legitime proponendas, id in libello Ponenti significare debet.

Art. 64 Suspensa instantia per procuratoris mortem, aut huius a mandante remotionem, vel legitimam mandato renuntiationem, pars, quae per procuratorem agere debeat, quam primum alium habeat.

Art. 65 Si nullus actus processualis, quin aliquod obstet impedimentum, a parte actrice vel diligentiore per annum ponatur, instantia ipso iure perimitur; quod et decreto Ponens declarat.

Art. 66 Si pars a Ponentis decreto intra tempus utile decem dierum ad Turnum provocaverit, recursus expeditissime definietur.

Art. 67 § 1. Si pars aliquem actum iudicialem intra terminum a Iudice praefixum, absque legitima excusationis causa, ponere neglegat, censetur iuri suo renuntiasse; Ponens autem non modo ad ulteriora progredi valet, sed, aut ex officio aut ad alterius partis instantiam, declarare partem certi iudicialis actus positionem aut instructionem, vel etiam, monitione praemissa, ipsam litem deseruisse. § 2. De causa excusationis a parte allegata iudicat Ponens, audita altera parte, quae si contradicat, datur locus quaestioni incidentali expeditissime definiendae.

Art. 68 Si pars instantiae, vel omnibus aut quibusdam actis iudicialibus renuntiare intendit, Ponens rem definiat ad normam can. 1524, § 3.

Art. 69 § 1. Quod attinet ad effectus peremptionis, renuntiationis atque desertionis, vim habent praescripta cann. 1521-1522. § 2. Perempti iudicii expensas, quas quisque ex litigantibus fecerit, ipse ferat. Pars vero quae instantiae renuntiaverit, solvere tenetur omnes expensas iudiciales, haud exceptis advocati alterius partis honorariis, aut, si quibusdam tantum actis renuntiaverit, expensas illas quae his respondent.

Art. 70 Si peremptio aut renuntiatio aut desertio obtinuerit, apud unam Rotam reassumi potest causa sive Tribunali Apostolico commissa sive ad idipsum per appellationem deducta.



CAPUT III De causae instructione

Art. 71 Quando causa ad Rotam delata instrui debet, Ponens hanc instructionem vel sibi reservare vel alii Iudici de Turno committere potest; quod si agatur de causa poenali, officium Instructoris opportunius a Decano demandetur Auditori extra Turnum.

Art. 72 Causae instructionem sive in Urbe sive extra Urbem expleat Ponens per se Ipse aut per loci Tribunal aut per personam ex industria delegatam, datis ad rem litteris rogatoriis.

Art. 73 Adversus actum aut decretum a Ponente vel a Iudice instructore positum recursus patet ad Turnum, nisi agatur de decretis mere ordinatoriis; quaestio autem expeditissime definienda erit.

Art. 74 Nisi ex rei natura, aut ex prudenti Instructoris vel Ponentis existimatione aliter statutum fuerit, partium patroni ius habent nomina personarum excutiendarum et peritorum, pariter ac obiectum interrogationum seu peritiarum cognoscendi, antequam iidem interrogentur aut deputentur, idque praeter facultatem concessam vel minus assistendi interrogatoriis. Item interesse iidem possunt cuilibet actui instructorio ad normam iuris.



CAPUT IV De incidentibus et praeiudicialibus

Art. 75 Quaestione incidentali exorta, Ponentis est decernere utrum eadem solvi debeat iudicii forma servata, ideoque cum dubiorum propositione, an per memorialia, id est per decretum; itemque utrum necne causa definienda sit servatis cann. 1656- 1670. Definitio autem semper ad Turnum deferenda est.

Art. 76 Nisi quaestio solvenda sit iuxta normas processus oralis, Ponens post dubia forte concordata et instructionem peractam, terminos pro exhibendis scripturis atque diem definitionis quam citius statuat.

Art. 77 Firmis praescriptis cann. 1629, 4° et 1618, contra Turni decisionem appellatio non datur; quaestio autem incidens iterum proponi poterit coram Turno una cum causa principali.

Art. 78 Quae in praecedentibus articulis de causis incidentibus statuuntur, congrua congruis referendo serventur etiam in quaestionibus praeiudicialibus solvendis, uti sunt admissio libelli aut nova causae propositio.



CAPUT V De processus publicatione, conclusione in causa et de discussione

Art. 79 Firmo art. 60, testificationes ceteraeque omnes probationes, quae in actis reperiuntur, Ponentis decreto sunt publicandae ad normam can. 1598.

Art. 80 Conclusivis defensionibus ab omnibus qui in causa interveniunt exhibitis, conclusum in causa ipso iure habetur atque exinde vim obtinet can. 1600.

Art. 81 § 1. Exhibita prima defensione, fiet distributio omnium causae actorum. § 2. Summarii, sub cura Addicti Cancellariae, exemplaria fiant more probato, nisi aliter singulis in casibus Ponens statuerit.

Art. 82 Instantiae omnes aut defensiones seu memorialia ab Advocatis exhibenda sunt lingua latina; in causis vero iurium poterit Ponens admittere defensiones lingua vulgari conscriptas. Scripturae autem seu defensiones excedere non debent paginarum numerum more admissum.

Art. 83 § 1. In causis nullitatis matrimonii aut sacrae ordinationis, vinculi Defensor scribat post exhibitas scripturas a Patronis. § 2. Defensiones pro vinculo exhibeantur non ultra quadraginta dies a distributis Patronorum scripturis, aut si in causa Defensor deputatus sit, a recepta nominationis notificatione. § 3. Patronorum responsiones exhiberi poterunt usque ad diem decimam secundam ante causae sive principalis sive incidentalis definitionem; scripturae autem pro vinculo non ultra sextam diem ante decisionem.

Art. 84 Sive in causis bonum publicum attingentibus sive in causis boni privati, ne definitio ultra debitum differatur Ponentis erit terminos statuere exhibendis aut commutandis scripturis defensionalibus.

Art. 85 Quando Patroni petunt ut termini statuti differantur, Ponentis erit et motiva petitionis perpendere et dilationem concedere vel recusare; dilatio autem uni parti facta et alteri concessa habeatur.

Art. 86 § 1. Informationes orales ad Iudicem ne fiant. Ponentis autem est, ad instantiam unius vel utriusque partis, proprio rescripto moderatam causae disputationem oralem concedere coram Turno. Tunc pars, vel partes instantes, referre in scriptis tenentur quaestionum capita, quae sunt disceptanda vel illustranda, et Ponens, assignata die disputationi, hanc regit. § 2. Ponens ex officio eam decernere etiam valet. § 3. Quaestionum capita inter partes communicanda sunt.

Art. 87 § 1. Discussioni assistunt partium patroni, et Promotor iustitiae et vinculi Defensor in causis in quibus intersunt. § 2. Ponentis est ipsas partes, rationabili de causa, ad earum instantiam, discussioni admittere, nec non peritos, si adsint, ad discussionem vocare. § 3. Discussioni unus etiam ex Tribunalis Notariis assistere debet, ut, Ponente decernente, disceptata referat in actis.



CAPUT VI De sententiis

Art. 88 § 1. Auditores die et hora constitutis, congregati in sede Tribunalis, nisi peculiaris ratio alio convenire suadeat, definientes causam a litigantibus propositam et iudiciali modo pertractatam, dubiis respondendo sententiam dicunt. § 2. Sententia aut interlocutoria est aut definitiva; illa, si dirimat incidentem causam; ista, si principalem; ceterae Iudicum pronuntiationes decreta vocantur.

Art. 89 § 1. Assignata conventui die, singuli Iudices scripto afferant conclusiones suas seu vota, de causae merito, cum rationibus tam in facto quam in iure. § 2. Suas conclusiones seu vota quisque Auditor latino idiomate exaret et propria manu subsignet. § 3. Scripta Auditorum vota, postquam a Ponente exarata et exhibita fuerit sententia, in clauso involucro consignentur Decani archivo decem post annis comburenda.

Art. 90 Causae discussio secreta sit, cui non intersint nisi soli Iudices, et a Ponente sumat initium qui votum legat, datis, si opus sit, declarationibus etiam super causae processu per acta apud se posita; deinde ceteri Auditores ex ordine sua vota legant.

Art. 91 In discussione fas est unicuique Iudici a pristina sua conclusione partim vel ex integro recedere, et accedere voto vel votis unius vel plurium Coauditorum: cuius rei rationes significentur in voto scripto.

Art. 92 Est ea sententia, sive interlocutoria, sive definitiva, in qua conveniat pars absolute maior votorum.

Art. 93 Quoties in prima discussione Iudices ad sententiam devenire nolint aut nequeant, differtur iudicium ad novum conventum per rescriptum: « Resolutio dabitur in proximo Auditorum conventu », aut simpliciter: « Dabitur in proximo ». Dilatio vero comperendinari non debet ultra hebdomadam, nisi forte vacationes Tribunalis intercedant.

Art. 94 Si nec in altero Iudicum conventu haberi possit pars maior votorum necessaria ad decisionem, Ponens quaestionis statum Decano significet, qui provideat Auditorum numero augendo.

Art. 95 § 1. Constabilita decisione, Ponens eam scribit sub forma responsionis ad dubia, eamque subscribit una cum Auditoribus de Turno et unit fasciculo actorum. § 2. Dummodo Tribunal non decernat decisionem secreto servandam esse, usque ad formalem sententiae publicationem, Notarius, protocollo addictus, oretenus causae decisionem partibus communicare valet, eisdemque decisionis exemplar, si petatur, tradat. Si vero decisio secreto servanda sit usque dum prodeat sententia, Ponens id decreto statuat.

Art. 96 § 1. Sententiam Ponens curet edendam non ultra bimestre. § 2. Sententia latino idiomate exaranda est a Ponente, nisi Turnus iusta de causa hoc munus alii ex Auditoribus commiserit. § 3. Sententia ab extensore conficiatur oportet prae oculis habitis singulorum Auditorum votis, ex iis rationes decidendi aut difficultates deducendo in iure et in facto, distincte, ordinate atque breviter.

Art. 97 § 1. Sententia ferri debet, Divino nomine invocato; exprimat oportet nomen Summi Pontificis, indicationem diei, mensis, anni et loci quo prolata est: quibusnam Auditoribus constituatur Turnus seu Tribunal iudicans; quaenam causa et ex quanam dioecesi; qui sint pars actrix, pars conventa, procuratores et advocati, Promotor iustitiae et Defensor vinculi, si partem in iudicio habuerint. § 2. Referre postea debet facti speciem cum dubiorum formulis; subsequantur rationes seu motiva tam in iure, quam in facto; denique pars dispositiva sententiae, quae propositis dubiis respondeat. § 3. Statuat quisnam litis expensas et patronorum honoraria solvere teneatur; quod fiet et in incidentalibus si liti terminus imponatur. § 4. Claudatur cum decreto exsecutorio pro diversa causarum natura iterum indicatis die, mense, anno et loco quibus lata est, et cum subscriptione Auditorum et Notarii.

Art. 98 § 1. Sententiae definitivae ne a Turno quidem, vel Auditorum coetu, qui eas protulit, revocari aut corrigi possunt, nisi correctio referatur ad errorem materialem; quo in casu servetur can. 1616. § 2. At si causa recursu seu appellatione deferatur ad integrum Collegium seu videntibus omnibus, in iudicio partem habebunt etiam Auditores qui iam rem eandem cognoverint.

Art. 99 Pars sententiae dispositiva singulis dubiis respondeat aut simpliciter « Affirmative » vel « Negative », aut, pro opportunitate, additis consuetis formulis: « Iuxta modum... », «Ad mentem », « Pars utatur iure suo, si et quatenus, coram quo de iure », « Dilata et coadiuventur probationes, iuxta instructionem dandam », vel similibus.

Art. 100 § 1. Ponens extensam sententiam a Coauditoribus Turni et a Notario subscribendam, Cancellariae tradat, quo iuxta praxim exemplaria in authentica forma partibus aliisque interesse habentibus notificentur. § 2. Nullum sententiae exemplar extraneis dabitur, nisi de mandato Ponentis aut Decani.

Art. 101 Exemplar authenticum cuiuslibet decisionis integre notificabitur Promotori iustitiae et vinculi Defensori, si iudicio interfuerint, ipsis partibus per Curiam competentem nec non earundem procuratoribus; de peracta notificatione aut exsecutione eadem Curia testimonium Rotae Tribunali exhibeat.



CAPUT VII De appellationibus

Art. 102 Appellatio a decisione rotali, iuris ordine servato, defertur ad Turnum proxime sequentem.

Art. 103 Appellatio interponitur per petitionem exhibitam Ponenti Turni, qui sententiam protulit. Ponens autem, si locus sit appellationi, rescribit: « Admittatur et procedatur ad ulteriora, idque notificetur ». Secus, rationibus expositis petitionem reiicit, salvo art. 106.

Art. 104 § 1. Appellatio interponi debet intra viginti dies a notificatione sententiae et prosequenda est coram Ponente subsequentis Turni, ad quem dirigitur, intra mensem a legitime cognita notitia constituti novi Turni, salvo praescripto can. 1633. § 2. Dies fatales ad appellandum et ad prosequendam appellationem computantur ita ut in eis includantur dies vacationis qui interea occurrant. Quod si postrema dies fatalis sit vacationis, fatalia ad primam sequentem diem non feriatam protrahuntur. Quibus inutiliter elapsis, deserta censetur appellatio.

Art. 105 Appellationis libellus gravaminis motiva innuere debet, exceptis causis de statu personarum.

Art. 106 Si oriatur quaestio de iure appellandi, quaestionis decisio inappellabilis Turno devolvitur proxime sequenti.

Art. 107 Si sententia plura capita seu dubia complectatur, et quoad nonnulla sit confirmatoria, quoad alia sit revocatoria, appellatio non conceditur pro ea parte, quae iam fuerit duabus conformibus sententiis iudicata, nisi una pars sit cum alia connexa eique accessoria.

Art. 108 Si Iudices Turni a quo fit appellatio quaedam ex propositis dubiis insoluta reliquerint, appellatio fit tantum dubiis decisis. Proponi tamen poterunt in iudicio appellationis etiam dubia non decisa, si haec connexionem cum decisis habeant vel eisdem sint accessoria.

Art. 109 Hisce appellationis iudiciis communes sint normae processuales statutae pro instantiis in primo gradu apud Rotae Tribunal pertractandis.



CAPUT VIII De expensis iudicialibus et de gratuito patrocinio

Art. 110 Finita instantia per sententiam vel decretum, Patroni exhibere debent Ponenti, qui adprobet, notulam expensarum nec non honorariorum, idque in triplici exemplari; quorum aliud i notificandum partibus una cum decisione, aliud Advocato restituendum, aliud denique cum actis causae in archivo asservandum erit.

Art. 111 Notula expensarum Cancellariae et instructionis processus, conficiatur a Ratiocinatore, atque tempore opporuno exhibeatur Advocatis ad effectum de quo in praecedenti articulo.

Art. 112 In proferenda decisione sive definitiva sive incidentali Turnus statuat taxam solvendam et quaenam pars, forte quidem pro rata, teneatur expensis iudicialibus.

Art. 113 Adversus Ponentis decisionem, de qua in art. 110, patet recursus ad Turnum, qui rem expeditissime solvat. Contra vero Turni statuitionem, de qua in art. 112, nullus patet recursus, nisi cumuletur una cum appellatione.

Art. 114 Quando in causa ex officio constituti Patroni, aut ad casum deputati fuerint vinculi Defensor vel Promotor iustitiae, Turnus in decisione definitiva vel incidentali statuet etiam de honorariis iisdem solvendis, atque tribuendis aut aerario Sanctae Sedis aut alteri parti.

Art. 115 Qui in totum expensis iudicialibus sustinendis sunt impares, ius habent ad exemptionem ab eis obtinendam; qui autem ex parte exsolvere possunt, ad earum expensarum deminutionem.

Art. 116 § 1. Qui exemptionem ab expensis iudicialibus, vel earum deminutionem vult obtinere, Ponenti libellum exhibere debet, adiunctis documentis, quibus quaenam sit oeconomica eius conditio demonstret. § 2. Probare etiam debet se, in lite agenda, praesumpto bono iure frui, nisi de causa agatur quae vi Commissionis Pontificiae ad Rotam delata fuerit.

Art. 117 § 1. Ponens, accepto libello, petitionem adversae parti notificat, praefixo termino, ut suum hac de re sensum aperiat. Deinde libellum et omnia documenta transmitti curat Promotori iustitiae et, in causis in quibus partem habeat, Defensori vinculi, pro voto. § 2. Processui, de quo in superiore paragrapho, locus non est, quando Tribunal acta causae ad Rotam transmittens fidem facit partem iam exemptionem expensarum et gratuitum patrocinium iam obtinuisse in priore iudicio; servato quidem art. 116, § 2.

Art. 118 Super petitione partis, Ponens decreto statuet de expensarum exemptione aut deminutione; insimul postulat a Decano ut designare velit Advocatum qui gratuitum patrocinium suscipiat; a quo explendo munere nullus Advocatus rotalis se subducere potest, nisi ex causa Ponenti probata.

Art. 119 A decreto Ponentis, de quo in articulo superiore, appellari potest ad Turnum, qui quaestionem incidentalem expeditissime solvat.



CAPUT IX De Normarum interpretatione

Art. 120 Si quaestio oriatur de interpretatione harum Normarum, recursus fiat ad Normas anno 1934 promulgatas, iis exceptis, quae vigenti Iuris Canonici Codici refragantur.”

[v] Escribía al respecto (Gordon SJ., pág. 106): “(La competencia) del S. Oficio fue modificada por el m. p. Integrae servandae del 7 de diciembre de 1965 por medio del cual el Papa Pablo VI reformó esta institución. De acuerdo con ello, estableció en relación con el procedimiento: 1°) la S. Congregación para la Doctrina de la Fe juzga los delitos contra le fe «de acuerdo con las normas del proceso ordinario» (n. 7), que implica la publicidad del proceso y la publicación de las actas de acuerdo con los cc. 1640* y 1858*; 2°) juzga los delitos contra el sacramento de la penitencia «procediendo de acuerdo con sus revisadas y comprobadas normas; las cuales se le han de dar a conocer a los Ordinarios de los lugares, de concederle al reo la facultad de defenderse, o de elegir un patrono de entre aquellos que han sido aprobados por esta misma Congregación» (n. 8); 3°) nada se dice en el mismo m. p. de la manera de proceder en el juicio de las demás causas reservadas al S. Oficio, como es el caso del “crimen pésimo”; pero se considera que se deben conservar las normas hasta ahora en vigor, a las cuales pertenece la guarda de un secreto estricto en relación con la causa, cuyas razones fueron expuestas por el Papa Pío XII en su alocución a la Rota del 6 de octubre de 1946 (AAS 38 1949 397, III)».
La competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sucesora del S. Oficio, fue reformada, una vez más, por S. S. S. Juan Pablo II mediante el m. p. Sacramentorum sanctitatis tutela del 30 de abril de 2001 y con las Normas anexas “sobre los delitos más graves reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe”, en los términos que más adelante se indicarán (http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/la/motu_proprio/documents/hf_jp-ii_motu-proprio_20020110_sacramentorum-sanctitatis-tutela.html).
El S. P. Francisco, mediante rescripto del 4 de octubre de 2019, dado a los Cardenales Secretario de Estado y Prefecto de la mencionada Congregación, ratificó el rescripto del 21 de mayo de 2010 concedido al entonces Prefecto de la Congregación, y que no había alcanzado a ser divulgado por él, en el cual se establecían algunos cambios en las mencionadas Normas. El texto se coloca más adelante, mostrando la comparación entre éste y el anterior.
[vi] Oportunamente, al tratar sobre los procesos penales en la Parte IV, desarrollaremos ampliamente este Instituto.
[vii] “DECRETUM

DE ORDINARIO STUDIO SACRAE ROMANAE ROTAE

Nihil antiquius habuit Sacra Romana Rota, quam ut sua florerent Studia, quibus non parvum decus et honorem in iuris historia sibi comparavit. Non est igitur mirum quod, vix in pristinum exercitium revocata, Sacra Rot a summam curam egerit in novo Studio instaurando, Ordinatione die 21 Decembris 1911 lata. Etiam Sacra Congregatio de disciplina Sacramentorum, de matrimonii sacramento apprime sollicita, novam edens Instructionem die 15 Augusti 1936, haec scribenda: « Hinc Sanctae Sedis mens est, et hoc Rev.mi Ordinarii probe noscant, ut electi iuvenes, doctorali saltem in iure canonico in hac Alma Urbe laurea decorati, praesertim apud Studium Sacrae Romanae Rotae, ad processus rite conficiendos atque ad recte iudicandum erudiantur, iustitia ac veritate ducibus». Quo pressius igitur et Sanctae Sedis menti, et tribunalium ecclesiasticorum dignitati, et animarum saluti satisfiat. Sacrae Rotae visum est pro antiqua Ordinatione, quae iam in nonnullis obsoleta evaserat, praesentem Ordinationem substituere, novorum temporum necessitatibus magis accommodatam.


Apud Sacram Romanam Rotam extat Studium, quod per triennium frequentare tenentur omnes qui ad titulum Procuratoris et Advocati Rotalis assequendum adspirant.

II 

Studium regitur sub auctoritate et vigilantia Decani Sacrae Romanae Rotae.

III 

Proponente Decano, Collegium Auditorum Studii Moderatorem elegit ad quinquennium inter Auditores secreto scrutinio, idemque submoderatorem et Secretarium eligere potest, illum e Patribus Auditoribus, hunc ex officialibus Sacri Tribunalis.

IV 

Omnes docentes ex Auditoribus potissimum eligantur, iidemque- a Decano de consensu Collegii ad quinquennium nominentur.


Traduntur in Studio sequentes disciplinae: 1) Deontologia iudicialis, seu Theologia moralis officiis Tribunalis applicata; 2) Iurisprudenti a de variis iuris canonici partibus, praesertim vero de iure matrimoniali, poenali, processuali et de causis Sanctorum; 3) Praxis officiorum Tribunalis et iustitiae administrativae in Ecclesia. Methodus in Studio adhibita ea est quae per exercitationes et discussiones praesertim peragitur.

VI 

Ad Studii Moderatorem spectat praescriptas disciplinas ordinare ac distribuere, quae ad rectum Studii ductum conferunt disponere, de Studiis statu et condicione Decano referre nec non suggerere quae ad eiusdem profectum conferre videantur.

VII 

Ad Studii Submoderatorem pertinet, adiuvare Moderatorem in Studio regendo, documenta ad Studium pertinentia colligere, et generaliter curare ut Moderatoris praecepta perfectam exsecutionem accipiant.

VIII 

In Studium adscribi possunt clerici, sive saeculares sive religiosi, et laici, licentia saltem in iure canonico aucti, et a suo Ordinario commendati. Nemo autem ad examen Procuratoris seu Advocati admittitur, nisi lauream saltem in Iur e canonico fuerit consecutus in Universitate studiorum vel Facultat e a Sancta Sede agnita. Qui vero gradu baccalaureatus saltem in Iur e canonico donatus fuerit, et Studium frequentare cupiat, neque ad titulum Procuratoris seu Advocati Rotalis adspiret, a Decano petere potest ut tamquam Auditor extraordinarius admittatur.

IX 

Adscriptio in Studium Decani iudicio reservatur. Adscripti tenentur semel iusiurandum emittere iuxta suetam formulam; et de praestito ab unoquoque iureiurando notarius refert in acta.


§ 1. - Adscripti in Studium debent interesse exercitationibus, studere causis sibi commissis, promere vota, illustrare quaestiones sibi propositas, pervestigationes suggestas perficere in bibliotheca, et perficere alia eiusmodi; iidem assistere possunt oralibus disputationibus, nisi Decanus vel Ponens id prohibuerint.

§ 2. - Perfecto quolibet opere, iidem tenentur summaria et quaecumque alia acta, quae apud se habeant, tribunali restituere.

XI 

De alumnorum experimentis Docentes iudicium proferunt et regesto inserunt; scripta vero iudicia et alumnorum pensa una cum regestis, in Studii archivo servatur.

XII 

Expleto quolibet curriculi anno, ac peculiari facto periculo, Docentes de singulorum alumnorum diligentia, adsiduitate, navitate ac merito scriptum iudicium proferunt, itemque declarant an eos idoneos repererint ut ad sequentem annum promoveantur; promotio vero a Decano decernitur audito Moderatore Studii.

XIII 

§ 1. - Absoluto triennali curriculo, cunctisque examinibus annualibus superatis, candidatus petere potest a Decano ut examini scripto subiciatur coram Collegio Rotali, ad titulum Advocati Rotalis assequendum.

§ 2. - Si in dicto examine satisfecerit, candidatus, praestito iureiurando coram Rotali Collegio vel Decano, diplomate Advocati Rotalis donatur et ad exercenda munera Procuratoris et Advocati admittitur.”

En: AAS 74 1982 512-515, en: http://www.vatican.va/archive/aas/documents/AAS-74-1982-ocr.pdf
[viii]Decisiones Seu Sententiae. Decisiones Seu Sententiae is an official record of the decisions of the Roman Rota, the highest appellate tribunal of the Catholic Church. Decisions, many of which concern the nullity of marriages and ordinations, are published in Latin.
Publication History
The first volume of Decisiones Seu Sententiae covers 1909. (Dates below are for the decision years covered; publication in this series can occur some years later.) New volumes continue to be issued annually.
Persistent Archives of Complete Issues
1909-1922: HathiTrust has reprints of the first 14 volumes, covering 1909 through 1922. Access may be restricted outside the United States.”
[ix] “Durante los siglos XVI a XVIII conocía las causas, no para juzgar acerca del mérito de las mismas, sino en relación con el efecto de las mismas, y, por lo mismo: 1°) circunscribía o declaraba nulas las sentencias que se hubieran pronunciado bajo un triple capítulo: la falta de jurisdicción, de citación o de mandato; o concedía apelación de una sentencia, o la restitución in integrum; o de remover a los jueces sospechosos; o de resolver los conflictos de competencia entre tribunales, o prorrogación de competencia, etc.; 2°) determinaba por medio de rescriptos la manera como debían conducirse los jueces en ejercicio de su oficio.
“En el siglo XIX el Papa Pío VII, en 1816, terminada la invasión napoleónica, restituyó a la Signatura de Justicia su antigua competencia, la cual se precisó de la siguiente manera: 1°) circunscribía las sentencias por uno cualquiera de los capítulos antes mencionados; 2°) resolver los conflictos de competencia entre tribunales; 3°) conocer sobre la índole suspensiva o devolutiva de ciertas apelaciones; 4°) juzgar sobre las causas de sospecha contra los jueces, así como sobre la conexión de las causas o que debían ser avocadas; 5°) sobre las peticiones de restitutio in integrum.
“El Papa Gregorio XVI (1831-1846) confirmó la índole suprema del Tribunal de la Signatura, y, además de confirmar la decisión de Pío VII sobre su competencia judicial, le añadió competencia como vía administrativa (“sopra semplici memorie dal Cardinale Prefetto”, se decía en la const.), en virtud de la cual podía decidir cuestiones de competencia que ocurrieran entre Congregaciones, entre éstas y los Tribunales, y cualquier otro género de controversias que tuvieran origen en decisiones de las Congregaciones.
“Como se dijo, el Papa san Pío X devolvió a la Signatura las competencias que había tenido bajo Pio VII, pero le concedió la facultad “de conocer sobre la violación del secreto y de los daños efectuados por los Auditores, de manera que se origina un acto nulo o que se juzga injusto cuando se dicta sentencia. Los mencionados tres capítulos, más este último, se le asignaron entonces a la Signatura pero en relación solamente a las sentencias de la Rota y de los Auditores de la misma.
“El Papa Bendicto XV, el 28 de junio de 1915, devolvió a la Signatura su potestad original delegada para conocer si, y de qué modo, convenía atender las solicitudes relacionadas con la administración de justicia, y se procedió a fijar la norma que quedó consignada en el CIC17 en los cc. 1603*-1605*” (Gordon SJ., págs. 288-289)
[x] NdE. Previamente se han ido presentando cc. y comentarios en los que debe aludirse a la específica tarea de este Tribunal Apostólico con ocasión de los diversos temas que han sido desarrollados.
Presento a continuación un elenco más sistemático de dichas alusiones junto con sus respectivas referencias bibliográficas:
1°) A raíz de la reforma del CIC17 emprendida concomitante y recíprocamente con el inmediato postconcilio y las paulatinas innovaciones que en virtud del Concilio se demandaban, el Papa Pablo VI comenzó la transformación de las instituciones de la Curia Romana, y en particular, la del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica. Fue la primera de ellas, por medio de la Const. ap. Regimini Ecclesiae Universae, del 15 de agosto de 1967, otorgar facultades al Supremo de la Signatura Apostólica para que erigiera tribunales regionales (nn. 104-108) [Const. ap. Regimini Ecclesiae Universae sobre la Curia Romana (AAS 59 1967 921-922, en http://www.vatican.va/archive/aas/documents/AAS-59-1967-ocr.pdf)].
La normativa de los cc. 1402 y 1403 se establece como consecuencia del principio de universalidad del CIC, que se dispuso en el c. 6 § 1, 2° (http://teologocanonista2016.blogspot.com/2016/09/l_29.html). Su aplicación y extensión a todos los tribunales de la Iglesia señala que dejaron de tener fuerza, por lo tanto, las leyes judiciales particulares vigentes hasta ese momento y que los regulaban, a excepción de las leyes pontificias particulares de los Tribunales Apostólicos. Son tres tribunales del Papa en cuanto primado (cf. c. 361: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2018/09/l.html): (Sagrada) Penitenciaría Apostólica, (Sagrada) Rota Romana y Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica. Y, además de ellos, el Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
2°) La naturaleza de los Tribunales Apostólicos toca con la naturaleza misma de la Iglesia y con la del ministerio petrino en ella. Hay actividades que ellos desempeñan que, por su propia índole, se extienden a la Iglesia entera, y no a una sola parte de ella por razón de la pertenencia al Rito Latino o a los Ritos Orientales. [De acuerdo con la norma del c. 1061 del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales (CCIO): “Las personas que no tienen una autoridad superior por debajo del Romano Pontífice deben ser llevadas a juicio ante los tribunales de la Sede Apostólica, ya se trate de personas físicas que no han recibido el orden episcopal, ya se trate de personas jurídicas, quedando a salvo el can. 1063, § 4, nn. 3 y 4”: en: (http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/la/apost_constitutions/documents/hf_jp-ii_apc_19901018_index-codex-can-eccl-orient.html)]. Así, pues, la competencia que en la Iglesia Latina tiene la Rota Romana para tratar las causas sobre los Obispos que pertenecen al rito latino (cf. c. 1405 § 3, 1° del CIC), la tienen en las Iglesias orientales, ante todo, los Tribunales del Sínodo de los Obispos de cada Iglesia Patriarcal y de las Iglesias arzobispales mayores, según los cc. 1060 y 152 del CCIO (Código de Cánones de las Iglesias Orientales. Edición bilingüe comentada, 1994, págs. 426-427).. Las normas, por lo tanto, que regulan la actividad de dichos Tribunales, como es el caso de la Signatura Apostólica, no quedan supeditadas a la norma del c. 1 del CIC ni de otros similares, por cuanto se trata de una ley propia y particular para ella que determina incluso sus propios procedimientos (c. 1402).
3°) De entre los Tribunales de la Sede Apostólica, el de la Rota Romana, como se dijo, atiende múltiples asuntos y es, para ellos, tribunal ordinario de apelación. Pero otros son excluidos de su jurisdicción: los actos que tienen que ver con el ejercicio de la potestad administrativa y corresponden al ámbito jurisdiccional de la Signatura Apostólica. He aquí algunos ejemplos:
Los Decretos generales y las Instrucciones (Libro I, Título III: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2017/05/l.html), así como los Actos administrativos singulares(Libro I, Título IV: http://teologocanonista2016.blogspot.com/2017/06/l.html), producidos, v. gr., por las Congregaciones o por las Diócesis, se reservan y se los somete al tribunal que en última instancia es el adecuado y competente para tratarlos, a saber, el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica (c. 1400 § 2).
El examen de estos actos administrativos singulares, cuando suscitan controversia, se reserva de manera exclusiva al superior (y “al tribunal administrativo”, cuando existe). V. gr., un párroco que se sintiera gravado por una disposición que considerara “injusta” de su Obispo, puede recurrir a la Congregación, que es la instancia superior de éste. Pero, de acuerdo con el c. 1445 § 2 puede referirse a la denominada “Segunda Sección” de la Signatura Apostólica (cf. const. ap. Pastor Bonus de S. S. san Juan Pablo II y m. p. Antiqua ordinatione de S. S. Benedicto XVI). De la misma manera se debe entender la norma del c. 149 § 2 (http://teologocanonista2016.blogspot.com/2018/01/l.html). Así, pues, se trata de agotar el procedimiento por la vía administrativa como primer paso de una reclamación de este tipo.
4°) Además de lo que se señala en el CIC en materia de prorrogación de la competencia de un juez, también corresponde conocer de ello a la Signatura Apostólica, y lo hace mediante una “comisión” que hace la Signatura Apostólica (Pastor Bonus, Artículo 124, 3°; Antiqua ordinatione, art. 35, 3°).
5°) Los Auditores de la Rota Romana, por razones de su dignidad, en determinadas causas tienen fuero como parte conventa ante la Signatura Apostólica. [Cf. infra: const. ap. Pastor Bonus: “Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Artículo 122. Examina: […] 3º las excepciones de sospecha y otras causas contra los jueces de la Rota Romana por actos realizados en el ejercicio de su función”]. No se necesita en estos casos una aprobación del Santo Padre.
6°) De acuerdo con los cc. 1416 y 1445 § 1, 4, también le corresponde examinar los casos en los que se presenta un conflicto de competencia entre dos tribunales que no están sujetos al mismo tribunal de apelación: la Signatura Apostólica resuelve entonces como una de sus competencias.
7°) En relación con la ejecución de las normas relacionadas con el “proceso documental” cuando se trata del trámite de causas de nulidad matrimonial, oficio que le compete al Obispo diocesano personalmente [las normas del “proceso documental” (Pablo VI, págs. nn. X-XIII)], el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica impartió unas orientaciones mediante la “Lettera circolare Visis actis”, del 24 de julio de 1972, n. 3 [Cf. Periodica 62 1973 588].
8°) De manera similar, en relación con la legislación del S. P. Francisco sobre el trámite de las causas matrimoniales – (M. p. Mitis Iudex Dominus Iesus) – la Signatura Apostólica emitió el 30 de julio de 2016, la Lettera circolare sullo stato e l’attività dei tribunal, Tra i compiti, que, a la letra, dice: 
“Tra i criteri fondamentali della nuova riforma del diritto processuale spicca il nuovo e antico principio sull’originario esercizio della funzione giudiziaria da parte del Vescovo nella Chiesa particolare: 
«Affinché sia finalmente tradotto in pratica l’insegnamento del Concilio Vaticano II in un ambito di grande importanza, si è stabilito di rendere evidente che il Vescovo stesso nella sua Chiesa, di cui è costituito pastore e capo, è per ciò stesso giudice tra i fedeli a lui affidati»[ Francesco, Lettera Apostolica in forma di motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus, 15 agosto 2015, proemio, III, in AAS 107 (2015) 959-960; Francesco, Lettera Apostolica in forma di motu proprio Mitis et misericors Iesus, 15 agosto 2015, proemio, in AAS 107 (2015) 947].
Questi criteri validi per la funzione giudiziaria vanno altrettanto intesi per la funzione del Vescovo di vigilare sulla retta amministrazione della giustizia nella Chiesa particolare”: (Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, 2016).
9°) El Tribunal de la Signatura Apostólica ejerce vigilancia sobre el ejercicio de la potestad administrativa que tiene el Obispo diocesano. Podemos mencionar en este ámbito, v. gr.: a) en relación con los nombramientos de todos los jueces y de los demás miembros del tribunal, de modo que puede determinar la manera como se han de escoger o la manera de llamar por turno a los jueces que han de juzgar cada causa (c. 1425 § 3); b) en relación que la sancionar que puede imponer a todos ellos cuando han faltado en el ejercicio de sus oficios [(Roberti, págs. 109, III) hace el elenco de aquellos actos que el Obispo puede realizar en virtud de su simple potestad administrativa, diferente de aquella que está unida al ejercicio de la potestad judicial].
10°) En relación con los tribunales erigidos a solicitud y por decisión de grupos de Obispos interesados en ello o de las Conferencias de los Obispos (de conformidad con sus estatutos aprobados). Tal solicitud se remite a la Signatura Apostólica, de donde provendrá la autorización (cf. c. 1423). Se ha de tener en cuenta que ningún Obispo ni ningún grupo de Obispos puede constituir ningún organismo jurisdiccional interdiocesano sin la aprobación de la Santa Sede [El documento aún mantiene cierta vigencia: (Litterae Circulares ad Praesides Conferentiarum Episcopalium de Tribunalium Ecclesiasticorum statu et activitate. Normae pro Tribunalibus interdioecesanis vel regionalibus aut interregionalibus., 1970)]. La erección es efectuada por el grupo de Obispos, pero para la validez de la misma se requiere la aprobación de la Santa Sede. Es conveniente, pues, previamente, antes de proceder en este punto, consultar a la Signatura Apostólica, solicitando orientación [S. P. Benedicto XVI mediante el m. p. Antiqua ordinatione del 21 de junio de 2008: art. 35, 5°]. Véase en nt final.
11°) En el ejercicio de la potestad judicial que compete a los Obispos diocesanos, y que el S. P. Francisco ha querido renovar e impulsar, juega un papel muy importante y útil la Signatura Apostólica, gracias a la colaboración que ella les puede proporcionar, a fin de acercar mucho más a los fieles con sus Obispos, en su calidad de jueces[x], y con el Sucesor de Pedro.
12°) El examen de los libelos que se dirigen al Romano Pontífice solicitándole la “comisión” de una causa ante la Rota Romana se tramita por medio de la Signatura Apostólica en su Sección primera [Const. ap. Pastor bonus Artículo 124: “Al mismo le corresponde también: […] 2º decidir sobre las peticiones dirigidas a la Santa Sede para obtener la comisión de una causa a la Rota Romana u otra gracia relativa a la administración de la justicia”. Sobre la “comisión” de la Signatura Apostólica (cf. Pastor Bonus, Artículo 124, 3°; Antiqua ordinatione, art. 35, 3°)].

De acuerdo con la const. ap. Pastor Bonus encontramos lo siguiente:

Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica

Artículo 121
Este dicasterio, además de ejercer la función de Tribunal Supremo, provee a la recta administración de la justicia en la Iglesia.

Artículo 122
Examina:
1º Las querellas de nulidad y las peticiones de restitución "in integrum" contra las sentencias de la Rota Romana;
2º los recursos, en las causas sobre el estado de las personas, contra la negativa de la Rota Romana a un nuevo examen de la causa;
3º las excepciones de sospecha y otras causas contra los jueces de la Rota Romana por actos realizados en el ejercicio de su función;
4º los conflictos de competencia entre tribunales, que no dependen del mismo tribunal de apelación.

Artículo 123
§1. Además, examina los recursos, interpuestos dentro del plazo perentorio de treinta días útiles, contra los actos administrativos singulares dados por los dicasterios de la Curia Romana o sancionados por ellos, siempre que esté en discusión si el acto impugnado ha violado cualquier ley al deliberar o al proceder.
§2. En estos casos, además del juicio de ilegitimidad, puede examinar también, si lo pide el que recurre, lo referente a la reparación de los daños causados por el acto ilegitimo.
§3. Examina también otras controversias administrativas, que le presenten el Romano Pontífice o los dicasterios de la Curia Romana, así como también los conflictos de competencia entre los mismos dicasterios.

Artículo 124
Al mismo le corresponde también: 
1º vigilar sobre la recta administración de la justicia y proceder contra los abogados y procuradores, cuando sea necesario.
2º decidir sobre las peticiones dirigidas a la Santa Sede para obtener la comisión de una causa a la Rota Romana u otra gracia relativa a la administración de la justicia;
3º prorrogar la competencia de los tribunales inferiores;
4º conceder la aprobación, reservada a la Santa Sede, del tribunal de apelación correspondiente, así como promover y aprobar la erección de tribunales interdiocesanos.

Artículo 125
La Signatura Apostólica se rige por una ley propia.”
Por su parte, esta “ley propia” quedó promulgada por S. S. Benedicto XVI mediante el m. p. Antiqua ordinatione del 21 de junio de 2008, que se encuentra en: (http://www.vatican.va/content/benedict-xvi/la/apost_letters/documents/hf_ben-xvi_apl_20080621_antiqua-ordinatione.html). 

En su parte sustantiva pertinente el m. p. establece: 

“TITULUS II. DE COMPETENTIA SIGNATURAE APOSTOLICAE

Art. 32. Dicasterium, praeter munus, quod exercet, Supremi Tribunalis, consulit ut iustitia in Ecclesia recte administretur.

Art. 33. Signatura Apostolica cognoscit:
1º querelas nullitatis contra decisiones definitivas vel vim sententiae definitivae habentes Rotae Romanae;
2° petitiones restitutionis in integrum contra decisiones Rotae Romanae;
3º recursus, in causis de statu personarum, adversus denegatum a Rota Romana novum causae examen;
4º exceptiones suspicionis aliasque causas contra Iudices Rotae Romanae propter acta in exercitio ipsorum muneris;
5º conflictus competentiae inter tribunalia, quae non subiciuntur eidem tribunali appellationis, nisi aliud iure provisum sit.

Art. 34. § 1. Signatura Apostolica cognoscit de recursibus, intra terminum peremptorium sexaginta dierum utilium interpositis, adversus actus administrativos singulares sive a Dicasteriis Curiae Romanae latos sive ab ipsis probatos, quoties contendatur num actus impugnatus legem aliquam in decernendo vel in procedendo violaverit.
§ 2. In his casibus, praeter iudicium de illegitimitate, cognoscere etiam potest, si recurrens id postulet, de reparatione damnorum actu illegitimo illatorum.
§ 3. Cognoscit etiam de aliis controversiis administrativis, quae a Romano Pontifice vel a Romanae Curiae Dicasteriis ipsi deferantur necnon de conflictibus competentiae inter eadem Dicasteria.

Art. 35. Signaturae Apostolicae quoque est rectae administrationi iustitiae invigilare, et speciatim:
1º in ministros tribunalium, advocatos vel procuratores, si opus sit, animadvertere;
2º videre de petitionibus Sedi Apostolicae porrectis ad obtinendam causae commissionem apud Rotam Romanam, dispensationem a legibus processualibus, Ecclesiis orientalibus haud exclusis, vel aliam gratiam relative ad iustitiam administrandam;
3º tribunalium inferiorum competentiam prorogare;
4º approbationem Tribunalis appellationis Sanctae Sedi reservatam concedere;
5° promovere et approbare erectionem tribunalium interdioecesanorum;
6° cognoscere de iis quae Signaturae Apostolicae per conventiones inter Sanctam Sedem et Civitates tribuuntur.”

Volveremos más en detalle al final de este Curso sobre la parte procedimental, en la que el m. p. establece: 

“TITULUS IV. DE PROCESSU CONTENTIOSO ADMINISTRATIVO

Caput I.
De recursibus adversus actus administrativos singulares

Art. 73. § 1. Recursus referre debet:
1° a quonam ipse proponatur;
2° actum, qui impugnatur;
3° quid petatur;
4° quo iure innitatur;
5° diem acceptae notificationis actus impugnati;
6° subscriptionem partis recurrentis.
§ 2. Recursui adnecti debent:
1° actus, qui impugnatur, nisi a recurrente exhiberi nequeat;
2° mandatum Patrono rite collatum aut petitio, documentis suffulta, pro obtinendo gratuito patrocinio.


Art. 74. § 1. Recursus exhibendus est intra terminum peremptorium sexaginta dierum utilium a die peractae actus notificationis.
§ 2. Ab uno Romano Pontifice in terminos remissio conceditur.

Art. 75. Nullus est recursus si absolute incertum manet de quibusnam personis vel de quonam obiecto agatur.

Art. 76. § 1. Secretarius, audito Promotore iustitiae, decreto recursum in limine reicit qui indubie atque evidenter aliquo careat praesupposito, veluti si:
1° non agatur de re ad tribunal administrativum pertinente;
2° recurrens careat legitima persona standi in iudicio;
3° haud exstet lex, quae asseritur violata;
4° termini ad recursum proponendum elapsi sint.
§ 2. De eiusmodi decreto Secretarius Promotorem iustitiae et, si casus ferat, competentem Auctoritatem certiorem facit.
§ 3. Recurrens in ipso decreto certior fit de facultate recurrendi ad Congressum intra peremptorium terminum decem dierum ab eodem recepto.
§ 4. Decretum, quo Congressus reiectionem in limine confirmat, nulli iuris remedio est obnoxium.

Art. 77. Salvo art. 16, § 2, Secretarius praestituit terminum pro iterando recursu, si vitiis laboret, quae emendari possunt.

Art. 78. § 1. Quovis in stadio processus, liti finem imponere potest sive peremptio sive revocatio actus impugnati sive renuntiatio sive compositio pacifica.
§ 2. Compositio pacifica inter partes acta Congressus indiget probatione.
§ 3. Aliis in casibus litis finitae, Secretarius de re fert decretum, cum iis quorum interest communicandum.

Art. 79. § 1. Secretarius, suo decreto,
1° iubet notificari competenti Dicasterio omnibusque legitime coram Dicasterio intervenientibus recursum receptum eosdemque invitat ut Patronum constituant per legitimum mandatum;
2° exquirit a Dicasterio ut exemplar actus impugnati et omnia acta controversiam respicientia transmittat intra terminum triginta dierum;
3° in causa constituit Promotorem iustitiae;
4° mandat Cancellariae ut recurrenti aliisque de quibus in n. 1 incumbentia rite adimplenda indigitet.
§ 2. Congrua congruis referendo, Secretarius eodem modo procedit cum aliis interesse forte habentibus.

Art. 80. Si Dicasterium sibi Patronum non constituat, Praefectus eum ex officio nominat.

Art. 81. § 1. Actis Dicasterii receptis, Secretarius recurrentis Patrono, de re certiore facto, decreto terminum praestituit ad exhibendum memoriale, in quo clare indicentur leges, quae violatae asseruntur, recursus illustretur, compleatur vel emendetur, atque forte ad ulteriora documenta exhibenda vel expetenda.
§ 2. Termino de quo in § 1 elapso, Secretarius decreto item resistentis Patrono terminum praestituit adeo ut ipse, inspectis omnibus de quibus in § 1, memoriale exhibeat necnon forte nova documenta producat.
§ 3. Quibus praehabitis, Promotor iustitiae votum pro rei veritate promit.

Art. 82. Communicatis scripturis, Patroni intra decem dies respondere possunt; ultimus autem scribere potest Promotor iustitiae.

Art. 83. § 1. Convocato Congressu ad normam art. 40, Praefectus decernit utrum recursus admittendus sit ad disceptationem, an reiciendus quia manifeste ipse caret praesupposito vel fundamento. Quo in altero casu motiva exprimit.
§ 2. Congressus decisiones scripto partibus notificantur.

Art. 84. Salvo art. 76, § 4, contra reiectionis decretum datur recursus ad Collegium ad normam art. 42 proponendus et pertractandus.

Art. 85. § 1. Admisso recursu, Secretarius, convocatis quamprimum Patronis et Promotore iustitiae ad summariam delibationem oralem, eorundemque attentis petitionibus et responsionibus, controversiae terminos statuit, dubia concordata suo firmans decreto.
§ 2. Quod contra decretum datur recursus intra decem dies ad Praefectum, quolibet ulteriore iuris remedio remoto.

Art. 86. Summaria delibatione orali habita, Secretarius, si casus ferat, complet causae instructionem. Si quid autem partes excipiant, ipse expeditissime de re videt.

Art. 87. Post confectum causae summarium, nullum ulterius documentum a partibus produci potest, nisi aliud Praefectus statuerit et salvo art. 49.

Art. 88. § 1. Confecto causae summario, Patroni intra terminum praestitutum suum quisque restrictum conclusivum porrigunt.
§ 2. Quo termino elapso, Promotor iustitiae votum pro rei veritate exhibet.
§ 3. Patroni intra terminum decem dierum responsiones exhibere possunt; novissime Promotori iustitiae interveniendi facultas est.

Art. 89. Peractis iure peragendis, proceditur ad normam artt. 46-49.

Art. 90. Iudices, ad contentionem solvendam, in sententia immediatos et directos illegitimitatis effectus statuere possunt.

Art. 91. § 1. Adversus Collegii sententias, cauta tamen semper Supremi Tribunalis natura, tantum remedia querelae nullitatis ac petitionis restitutionis in integrum suppetunt.
§ 2. Praefectus, si casus ferat, rem statim ad Collegium Iudicum deferre potest.

Art. 92. § 1. Nisi aliud statuatur, sententiam exsecutioni mandare debet, per se vel per alium, Dicasterium, quod actum impugnatum tulerit aut probaverit.

§ 2. Quod si renuat, neglegat aut ultra congruum vel statutum tempus differat, salvo iure ad damnorum forte illatorum reparationem, parte cuius interest instante exsecutio spectat ad ipsum Supremum Tribunal, Superiore Auctoritate de re certiore facta.

Art. 93. § 1. Exsecutor debet sententiam ipsam, secundum propriam verborum significationem in textu et contextu consideratam, exsecutioni mandare.
§ 2. Quod si agatur de pecunia resarcienda, solutio fieri debet intra terminum triginta dierum a sententia notificata, nisi aliud a Supremo Tribunali cautum sit.
§ 3. Si actus illegitimitas declarata fuerit in procedendo, Auctoritas eundem actum denuo ferre potest tantummodo ad normam iuris atque iuxta modum et terminos in sententia forte determinatos.
§ 4. Si autem actus illegitimitas declarata fuerit in decernendo, Auctoritas de re denuo videre potest tantummodo ad normam iuris atque iuxtam modum et terminos in sententia forte determinatos.

Art. 94. Si qua controversia de exsecutionis modo oriatur, Congressus expeditissime eandem dirimit.


Caput II.
De actus administrativi exsecutionis suspensione

Art. 95. § 1. Suspensio, vel ex toto vel ex parte, exsecutionis actus impugnati quolibet in causae statu, adductis rationibus, peti potest.
§ 2. In casibus gravioribus ipse Promotor iustitiae actus impugnati exsecutionis suspensionem proponere potest.
§ 3. Quod si quaestio de suspensione oriatur, de ea pressius quamprimum videatur.

Art. 96. § 1. Nisi iudicio Secretarii, audito Promotore iustitiae, instantia pro suspensione exsecutionis impugnatae decisionis sit in limine reicienda, Secretarius, instantia Auctoritati aliisque, quorum interest, notificata, simul terminum pro exhibendis scripturis atque definitionis diem quam citius statuit.
§ 2. Quo termino elapso Promotor iustitiae quamprimum pro rei veritate votum promit.
§ 3. Exsecutionis suspensionem Congressus concedit vel denegat intra sexaginta dies ex quo instantia pervenerit.

Art. 97. Exsecutionis suspensione decreta, quam citissime Auctoritati competenti decisio notificatur, quae statim ad effectum deducatur.

Art. 98. Contra Congressus decisionem nullum datur iuris remedium; quaestio tamen, novis quidem adductis rationibus, denuo proponi potest.

Art. 99. Nisi aliud in Congressus decreto expresse cautum fuerit, exsecutionis suspensio, causa pendente, permanet et retrorsum haud valet.

Art. 100. Quoad actiones et exceptiones de rei sequestratione et exercitii iuris inhibitione serventur, congrua congruis referendo, normae huius capitis.



Caput III.
De damnorum reparatione

Art. 101. Petitio reparationis damnorum ex actu illegitimo illatorum, de qua in art. 34, § 2, proponi potest usque ad delibationem oralem summariam.

Art. 102. Auctoritas convenitur atque eatenus respondet, quatenus ex ipsius decisionibus asserta damna obvenerint.

Art. 103. Ad nimias moras vitandas potest Praefectus vel Collegium quaestionem de damnis differre usquedum Supremum Tribunal sententiam definitivam de illegitimitate protulerit.



Caput IV.
De controversiis administrativis Supremo Tribunali delatis

Art. 104. Nisi singulis in casibus aliud Romanus Pontifex statuerit, Supremum Tribunal in controversiis administrativis sibi delatis videt de merito iuxta normas de processu contentioso administrativo necnon processus contentiosi ordinarii praescripta, congrua congruis referendo.



Caput V.
De conflictibus competentiae inter Dicasteria

Art. 105. Orto conflictu competentiae inter Dicasteria, res, iis auditis et praehabito voto Promotoris iustitiae, expeditissime in Congressu dirimitur.”




[xi] La siguiente es la estructura del documento ( AAS LXXX 1988 841-934):

Parte Prima. Personale e struttura dei Dicasteri della Curia Romana

Titolo I
Direzione ed organico

Titolo II
Assunzione e nomina del personale

Titolo III
Mobilità del personale

Titolo IV
Attribuzioni del personale

Titolo V
Livelli funzionali

Titolo VI
Doveri del personale

Titolo VII
Cessazione dal servizio

Titolo VIII
Orario di servizio, festività e ferie

Titolo IX
Provvedimenti particolari

Titolo X
Sanzioni o provvedimenti disciplinari 


Parte Seconda. Norme generali di procedura

Titolo I
Riunioni di Cardinali

Titolo II
Riunioni interdicasteriali

Titolo III
Sessione plenaria e ordinaria dei Dicasteri

Titolo IV
Il Congresso

Titolo V
La Consulta

Titolo VI
Competenza e compiti dei Dicasteri

Titolo VII
Il coordinamento dei Dicasteri

Titolo VIII
Preparazione e pubblicazione di documenti

Titolo IX
Preparazione dei rescritti

Titolo X
Procedura per l'esame dei ricorsi

Titolo XI
Relazioni con le Chiese particolari e Visite «ad limina»

Titolo XII
Lingue in uso

Titolo XIII
Gli Archivi e il Protocollo

Titolo XIV
Strumenti di informatica e di telecomunicazione”.


[xii] “§1. Supremi Tribunalis Signaturae sententiae suam vim habent, quamvis rationes in facto et in iure non contineant. §2. Nihilominus sive ad instantiam partis sive ex officio, si res postulet, Supremum Tribunal edicere potest ut praedictae rationes exponantur secundum regulas Tribunalis proprias.”
En el sistema del CIC17 se trataba de una verdadera excepción a la norma del c. 1894, 2° que establecía: “Sententia vitio sanabilis nullitatis laborat, quando: […] 2° Motivis seu rationibus decidendi est destituta salvo praescripto can. 1605”.
[xiii] 
Decretum generale exsecutorium de actis iudicialibus conservandis
Saepe saepius Episcopi Moderatores et Vicarii iudiciales ad hoc Supremum Tribunal animadversiones atque quaesita transmittunt de actis iudicialibus, post expleta iudicia, conservandis. Nam onus eadem asservandi in dies gravius Tribunalibus incumbit, praesertim ob numerosiores causas nullitatis matrimonii ab annis septuaginta praeteriti saeculi apud Tribunalia Ecclesiastica pertractatas necnon ob actorum iudicialium incrementum praesertim ex usu exemplarium luce impressa confectorum.
Usque adhuc haec Signatura Apostolica responsa dedit in casibus particularibus, acta iudicialia post decem annos a conclusione processus destrui posse concedens duabus sub condicionibus, id est, originales decisionum textus semper servandos esse atque cetera acta adhibitis mediis technicis recentioribus asservanda esse, ita ut integra reproduci possint quotiescumque opus sit.
Ad hanc materiam aptius moderandam, tamen, non una responsione pro omnibus Tribunalibus Ecclesiasticis opus est, cum adiuncta sive oeconomica sive loci, quibus Tribunalia afficiuntur, non unius generis sint. Nec, ceterum, opportunum apparet rem relinquere statutis vel decisionibus particularibus, cum abusus in re tanti momenti irrepere possint.
Quibus praehabitis, SUPREMUM SIGNATURAE APOSTOLICAE TRIBUNAL
Pro comperto habito principio generali iuxta quod acta iudicialia, expleto nullitatis matrimonii iudicio, saltem usque ad mortem alterutrius coniugis conservanda sunt tutiore quo potest modo, etiam ad rem adhibitis mediis technicis recentioribus, decisionibus tamen definitivis sub originali servatis;
Perspectis autem oneribus in dies gravioribus, quae pro recta actorum iudicialium conservatione Tribunalibus incumbunt;
Animadverso ceterum quod iudicis competentis est nimiam actorum multitudinem refrenare sive ex sedula canonum applicatione (cf. praesertim can. 1527, § 1; art. 157, § 3 Instructionis Dignitas connubii) sive, quantum fieri potest, ex recentioribus mediis technicis, cum debitis cautelis applicandis;
Considerato canonis 489, § 2 praescripto in re simili lato;
Firmo praescripto can. 1475, § 1 (cf. art. 91, § 1 praefatae Instructionis);
Visis praescriptis canonum 1472, 1492, 1522, 1525, 1598, 1611, 1621, 1643, 1644, 1646, 1684 (cf. artt. 88; 148; 151; 235, § 1; 250; 271; 289, § 1; 290 eiusdem Instructionis);
Salvis legibus Tribunalium Apostolicae Sedis (can. 1402);
Vi artt. 121 et 124, n. 1 Const. Apost. Pastor bonus (cf. etiam can. 1445, § 3), artt. 32, 35 et 112 Legis propriae, qua hocSupremum Tribunal regitur, atque can. 31, § 1;
Re sedulo bis examini subiecta in Congressu coram infrascripto Praefecto habito;
Audito Pontificio Consilio de Legum Textibus ad normam art. 131, § 5 Ordinationis generalis Romanae Curiae;
Huius decreti textu ab Em.mis et Exc.mis Patribus Supremi Signaturae Apostolicae Tribunalis, in plenario Coetu diebus 3-4 Februarii anni 2011 coram infrascripto Praefecto habito, recognito et probato, atque Summo Pontifici ad normam art. 131, § 6 praefatae Ordinationis porrecto, eoque a BENEDICTO PP. XVI die 20 Iulii 2011 approbato,

decrevit: 

Si grave incommodum constituat actorum iudicialium conservatio, quocumque tuto modo peracta, etiam recentioribus mediis technicis adhibitis, Episcopis Moderatoribus Tribunalium Ecclesiasticorum competere ut, omnibus adiunctis aeque ponderatis, normas edant de actis iudicialibus causarum nullitatis matrimonii, statutis temporibus, destruendis, his sub condicionibus:

– causae de quibus saltem a viginti annis conclusae sint;

– de iisdem singulis causis semper serventur, sub textu originali vel exemplari authentico, sententiae definitivae, decreta confirmatoria, decisiones vim sententiae definitivae habentes et, si quae sint, pronuntiationes interlocutoriae.

Datum Romae, e Sede Supremi Signaturae Apostolicae Tribunalis, die 13 Augusti 2011.

Raimundus Leo S.R.E. Card. Burke Praefectus

Franciscus Daneels, O. Praem. Secretarius

Prot. N. 42027/08 VT”. 
En: AAS 9/103 2 de septiembre de 2011 pp. 626-628, en:
http://www.vatican.va/archive/aas/documents/2011/settembre%202011.pdf
[xiv] 
Litterae circulares de Statu et activitate Tribunalium
Inter Munera, quae huic Supremo Tribunali tribuuntur, officium eminet consulendi ut iustitia in universa Ecclesia recte administretur [cf. can. 1445, § 3 CIC; Ioannes Paulus II, Constitutio apostolica Pastor bonus, 28 iunii 1988, artt. 121 et 124, in AAS 80 (1988) 891, 892; Benedictus XVI, Litterae apóstolicae motu proprio datae Antiqua ordinatione, 21 iunii 2008, Lex propria Supremi Signaturae Apostolicae Tribunalis, artt. 32; 35 et titulus V: De administrativa ratione procedendi in AAS 100 (2008) 521, 522, 535-538].
Quod officium extollit constitutio apostolica Regimini Ecclesiae universae a beato Paulo VI promulgata, quae in una Signatura Apostolica sollicitudinem pro omnibus causis et Tribunalibus colligere statuit [Paulus VI, Constitutio apostolica Regimini Ecclesiae universae, 15 augusti 1967, n, 105, in AAS 59 (1967) 921. Quoad officium invigilandi antea Sacrae Congregationi de disciplina Sacramentorum concreditum, cf. Litterae circulares In Plenariis, 1 iulii 1932, in AAS 24 (1932) 272-274; constitutio Officii vigilantiae apud idem Dicasterium, 24 mai 1939]. Ad quam innovatam competentiam in actum redigendam, statim, anno nempe 1970, hoc Supremum Tribunal litteras circulares edidit de Tribunalium ecclesiasticorum statu et activitate (AAS 63 [1971] 480-486), quibus schema quoque adnectebatur annualis conficiendae relationis de statu et activitate uniuscuiusque Tribunalis.
Quinquaginta fere annis a normis de statu et activitate Tribunalium editis transactis, tot tantisque immutationibus et innovationibus in Ecclesia eiusque lege ac compage intervenientibus, opportunum persentiebatur illas normas ac schema revisioni subicere ac denuo edere.
Quae normae potissimum rationem habere debent recentioris reformationis canonum utriusque Codicis de causis ad matrimonii nullitatem declarandam per binas Litteras Apostolicas motu proprio datas, Mitis Iudex Dominus Iesus scilicet et Mitis et misericors Iesus.


Inter criteria fìindamentalia novissimae reformationis iuris processualis principium eminet novum antiquumque de originario munere iudiciali Episcopi in Ecclesia particulari exercendo: « Ut sane Concilii Vaticani II in quodam magni ponderis ambita documentum ad effectum tandem ducatur, decretum est palam proferri ipsum Episcopum in sua Ecclesia, cuius pastor et caput constituitur, eo ipso esse inter christifideles sibi commissos iudicem » [Franciscus, Litterae apostolicae motu proprio datae Mitis Index Dominus Iesus, 15 angusti 2015, prooemium, in AAS 107 (2015) 959-960; Franciscus, Litterae apostolicae motu proprio datae Mìtis et misericors Iesus, 15 augusti 2015, prooemium, in AAS 107 (2015) 947].
Quae dicuntur de munere iudiciali pari ratione intellegenda sunt de munere Episcopi rectae administrationi iustitiae in Ecclesia particulari invigilandi [cf. Supremum Signaturae Apostolicae Tribunal, Litterae circulares Visis actis, 24 iulii 1972; Instructio Dignitas connubii, 25 ianuarii 2005, art. 38, § 4; Congregatio pro Episcopis, Directorium minìsterii pastoralis Episcoporum « Apostolorum Successores », 22 februarii 2004, nn. 68 et 180]: cuius officii revera Romani Pontifices iterum iterumque haud veriti sunt claris litteris memorari, occasione praesertim annualium allocutionum Rotae Romanae Tribunali habitarum [cf., exempli gratia, Ioannes Paulus II, Allocutio ad Rotae Romanae Tribunal anno iudiciali ineunte, 29 ianuarii 2005, n. 4, in AAS 97 (2005) 165].
Ob arctum ac nativum communionis vinculum inter Episcopos et Romanum Pontificem, Successorem Petri, munus iudiciale Episcoporum in Ecclesiis particularibus indissolubiliter cohaeret muneri Petrino, ad Episcoporum munus firmandum eique consulendum nato; nam Episcopi, asseritur in bini memoratis Litteris Apostolicis, cum Romano Pontifice sunt « muneris Ecclesiae participes, unitatis nempe tutandae in fide ac disciplina de matrimonio, familiae christianae cardine et scaturigine » [Franciscus, Litterae apostolicae motu proprio datae Mitis ludex Dominus Iesus, 15 augusti 2015, prooemium, in AAS 107 (2015) 959; cf. etiam Franciscus, Litterae apostolicae motu proprio datae Mitis et misericors Iesus, 15 augusti 2015, prooemium: « Qui in fide et disciplina unitati catholicae cum Petro ob suum pastoris munus quam maxime cavet » (AAS 107 [2015] 948)].
Ex quo Petrino munere descendit huius Signaturae Apostolicae munus, consulendi nempe ut in universa Ecclesia iustitia recte administretur; quo munere sibi concredito hoc Supremum Tribunal exinde fungi voluit et vult « non ea mente ut omnia ad se unum deferat, sed ut fraternum auxilium Tribunalibus Episcoporum afferat, et eisdem, per orbem terrarum dispersis, in bonum animarum servitium praestet per rectam iustitiae administrationem » [Supremum Signaturae Apostolicae Tribunal, Litterae circulares Inter cetera, 28 decembris 1970, n. 5, in AAS 63 (1971) 482].

II 

Promovendae administrationis iustitiae cura, ut par est, requirit scientiam seu notitiam de statu et activitate Tribunalium sive apud Episcopos Moderatores sive apud Signaturam Apostolicam [cf. Benedictus XVI, Allocutio ad Plenariam Sessionem Supremi Tribunalis Signaturae Apostolicae, 4 februarii 2011, in AAS 103 (2011) 116: « Ciò comporta tra l’altro, come la Lex propria indica, l’aggiornata raccolta di informazioni sullo stato ed attività dei tribunali locali attraverso la annuale relazione che ogni tribunale è tenuto ad inviare alla Segnatura Apostolica; la sistemazione ed elaborazione dei dati che da essi pervengono; l’individuazione di strategie per la valorizzazione delle risorse umane e istituzionali nei tribunali locali nonché l’esercizio costante della funzione di indirizzo rivolta ai Moderatori dei tribunali diocesani e interdiocesani, ai quali compete istituzionalmente la responsabilità diretta per l’amministrazione della giustizia. Si tratta di un’opera coordinata e paziente, volta soprattutto a fornire ai fedeli un’amministrazione della giustizia retta, pronta ed efficiente »].
Qua de re omnia et singula Tribunalia, sive dioeeesana vel eparchialia sive interdioecesana vel intereparchialia, sive Ecclesiae latinae sive Eeclesiarum orientalium, relationes de statu et activitate Tribunalis quotannis conficere debent, a Vicario iudiciali subscribendas, iuxta exemplar seu schema in adnexo positum.
Quod schema attente et accurate complendum est ac dein sub tribus exemplaribus redigendum, quorum primum Episcopo Moderatori tradendum est, secundum ad hoc Supremum Tribunal mittendum, tertium, autem, in tabulario Tribunalis asservandum.
Exemplar huic Supremo Tribunali mense ianuario quotannis transmittendum est, prout casus ferat, per cursum electronicum vel per officium cursus publici vel per Legatos Pontificios, vel etiam exemplar apud Signaturae Apostolicae Cancellariam tradendo.
Cui exemplari utiliter adduntur animadversiones Vicarii iudicialis, praesertim:
1) de investigationibus praeviis seu pastoralibus de quibus in artt. 2-5 Rationis procedendi memoratis binis Litteris Apostolicis adiectae;
2) de sectionibus instructoriis institutis eorumque ordinatione;
3) de immutationibus quoad Tribunalium ordinationem forte introductis;
4) de normis latis iisque servatis, quae expensas processuales, honoraria advocatorum et gratuitum patrocinium regunt [cf. cann. 1649 CIC et 1334-1336 CCEO];
5) de ministris Tribunalis efformandis deque inceptis in loco exstantibus sive quoad permanentem eorum institutionem sive quoad titulos academicos ab iisdem obtinendos;
6) de rebus notabilibus in re iudiciali apud Tribunal intervenientibus.
In schemate infra proposito referri quoque debet de sententiis in processibus matrimonialibus brevioribus coram Episcopo latis, quippe qui per easdem munus iudiciale exerceat, dum idem processus matrimonialis brevior – iuxta normas nuper latas – per nexum inextricabilem cum Tribunali dioecesano vel eparchiali aut interdioecesano vel intereparchiali conectitur [cf. Franciscus, Litterae apostolicae motu proprio datae Mitìs Iudex Dominus Iesus, 15 augusti 2015, can. 1676 et art. 19 Ratìonis procedendi, in AAS 107 (2015) 962-963, 970; Franciscus, Litterae apostolicae motu proprio datae Mitìs et misericors Iesus, 15 augusti 2015, can. 1362 et art. 19 Ratìonis procedendi, in AAS 107 (2015) 950, 957].

III 

Relatione de statu et activitate Tribunalis recepta atque rimata, Signatura Apostolica animadversiones ad rem pro unoquoque Tribunali promit, quae ad Episcopos Moderatores mittuntur ut de iisdem videant, si opus est, provideant ac dein, si casus ferat, referant. Dialogus, proinde, intexitur inter primum rectae iustitiae administrandae sponsorem, Episcopum nempe Moderatorem, et Signaturam Apostolicam, repraesentantem sollicitudinem ipsius Antistitis Supremi.
Praefatae ammadversiones plura complectuntur, prout casus ferat: laudes, approbationes, commendationes, consilia, suggestiones, suasiones, monita, exempla, nuntii, vota et hortamenta; quae omnia, uno verbo, auxilio seu assistentiae sunt Tribunalibus, salva semper iudicum libertate in decisionibus ferendis.
Quibus relationibus super statu et activitate Tribunalium nisa, Signatura Apostolica suum potest officium competentius obire, praesertim dispensationes a titulo academico pro ministris Tribunalium rationabilius elargiendas considerare; suggestiones de normis opportunioribus apparandis promere; sententias causarumve acta petere atque examini subicere ad rectam iurisprudentiam tuendam [cf. Benedictus XVI, Allocutio ad Plenariam Sessionem Supremi Tribunalis Signaturae Apostolicae 4 februarii 2011, in AAS 103 (2011) 117: « La vigilanza sulla retta amministrazione della giustizia sarebbe però carente se non comprendesse anche la funzione di tutela della retta giurisprudenza. Gli strumenti di conoscenza e di intervento, di cui la Lex propria e la posizione istituzionale provvedono codesta Segnatura Apostolica, permettono un’azione che, in sinergia con il Tribunale della Rota Romana, si rivela provvidenziale per la Chiesa. Le esortazioni e le prescrizioni con le quali codesta Segnatura Apostolica accompagna le risposte alle Relazioni annuali dei tribunali locali non infrequentemente raccomandano ai rispettivi Moderatori la conoscenza e l’adesione sia alle direttive proposte nelle annuali allocuzioni pontificie alla Rota Romana, sia alla comune giurisprudenza rotale su specifici aspetti che si rilevano urgenti per i singoli tribunali »]; occursus cum Episcopis Moderatoribus parare sive coniunctim ad limina statutis temporibus accedentibus sive singulatim quoties necessarium vel utile appareat; conexionibus inter Tribunalia toto orbe terrarum dispersa in bonum Christifidelium favere; notitias Dicasteriis Curiae Romanae necessarias vel exoptatas praebere de exsistentia, ordinatione atque actuositate Tribunalium.
Vigilantia, quam Supremum Tribunal exercet, iuxta normas editas, iuxta sanum subsidiarietatis principium et potissimum iuxta divinam Ecclesiae constitutionem more solito fit per Episcopos Moderatores. Si opus sit interventum – certioribus semper factìs Episcopis Moderatoribus ex parte Signaturae Apostolicae, hoc plerumque evenit si ipse interventus ad plura Tribunalia extendatur, vel ab ipsis Episcopis Moderatoribus requiratur, vel tandem aliquando, omnibus perpensis, ipse interventus urgeat.
Quae vigilantiae actio, sub quacumque forma effecta, conspirationem supponit Episcoporum Moderatorum ac ministrorum Tribunalium, in quorum bonum efficitur.

***

Communio communicatione vivit et communicatio communioni inservit: quo super remoto fundamento ratio exstat relationum super statu et activitate Tribunalium. In votis est ut huiusmodi relationes sive Episcopis Moderatoribus sive Signaturae Apostolicae adiutorium praebeant in proprio munere apte exercendo.

Datum Romae, in Sede Supremi Signaturae Apostolicae Tribunalis, die 30 iulii 2016.

Dominicus Card. Mamberti Praefectus
Franciscus Daneels, o.praem Archiepiscopus tit. Bitensis A secretis
Iosephus Sciacca Episcopus tit. Fundanus Secretarius Adiunctus

L. S. Prot. n. 51712/16 VT”. En: AAS 8/108 5 de agosto de 2016 pp. 948-953, en: http://www.vatican.va/archive/aas/documents/2016/acta-agosto2016.pdf)

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